Esperan aún apoyos ofrecidos por el gobierno chiapaneco
Cien familias afectadas por Stan se asientan a orillas de las vías del tren
Huixtla, Chis., 3 de julio. Al menos un centenar de familias, afectadas por el huracán Stan en octubre de 2005, habitan casas de madera y lámina en las orillas de lo que fueron las vías de ferrocarril en esta ciudad, pues no recibieron apoyo gubernamental.
A dos años de la devastación, los damnificados que se asentaron desde la colonia El Relicario hasta la Monte Cristo a lo largo de las vías de ferrocarril esperan que la actual administración estatal les otorgue el apoyo que les ha sido negado.
Las familias quedaron fuera del programa de reubicación de viviendas que creó el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía, por no ser propietarios de las casas que habitaban.
La necesidad de un techo obligó a los afectados por el huracán a vivir en casitas hechas de palos y cartón, con pisos de tierra y sin servicios públicos.
Para tener agua caminan a diario un kilómetro hasta el río Huixtla; el trayecto de sus casas lo hacen hasta diez veces al día cargando cubetas o tambos.
Por las noches la oscuridad impera en sus hogares por no contar con energía eléctrica, con lo que se exponen a ser atacados por algún animal.
El centenar de familias nombraron a su asentamiento colonia 4 de Octubre, en recuerdo de aquel día en que las fuertes corrientes del río Huixtla arrasaron con todas sus pertenencias, por lo que ahora vivan en condiciones infrahumanas.
En un recorrido que La Jornada hizo por el asentamiento se observó que la mayoría de las familias obtuvieron de la basura sillas, bancas, mesas y diferentes artículos para "amueblar" sus hogares.