Nuevos edificios en la Benito Juárez dañan viviendas contiguas
La construcción masiva de edificios habitacionales en la delegación Benito Juárez ha repercutido en la calidad de vida de los vecinos en viarios aspectos, uno de ellos son los daños a las viviendas colindantes a los predios donde se llevan a cabo dicha obras.
Tal es el caso de Pedro Grande Araus, cuya vivienda, ubicada en el número 6 de la calle Tercera Privada del Angel, en la colonia San Simón Ticumán, ha sufrido, desde hace dos años, diversas afectaciones debido a los trabajos de demolición del inmueble que se encuentra a un lado de su propiedad.
Para empezar, colocaron en la pared de su casa una estructura metálica de 20 metros de largo que "sirve como recolector de agua", lo que ha ocasionado la aparición de salitre y cuarteaduras en las paredes, así como el levantamiento del mosaico del piso debido a la humedad.
Además se abrieron varios hoyos, uno de ellos muy cerca de la pared de la vivienda afectada, de cinco metros de profundidad y tres de ancho, donde se colocarían las columnas del nuevo edificio lo que ha provocado que con la lluvia la tierra se reblandezca, luego de que los trabajos fueron suspendidos hace casi un año.
El abandono del predio se dio poco tiempo después de que Grande Araus decidió interponer una demanda penal ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) contra la inmobiliaria Construcciones del Valle para que se responsabilice de los daños causados.
Sin embargo, las autoridades delegacionales, lejos de ayudarlo en el proceso, le ponen trabas, por lo que aseguró que la delegación está en contubernio con la constructora, pues hay irregularidades en la expedición del permiso de demolición, como la declaración de que el terreno en cuestión es de 154 metros cuadrados, cuando en realidad es de 900.
Por ejemplo, ante la solicitud del Ministerio Público de copias de los planos arquitectónicos de los predios en disputa, el estudio de protección a colindancias de la empresa constructora y la licencia de demolición, el director de Obras de Benito Juárez, Ramón Díaz Jiménez, respondió en un oficio fechado el pasado 16 de febrero:
"Debido a los programas de austeridad y recortes presupuestales... en particular a la dirección que yo representó, nos encontramos en la imposibilidad de dar atención en materia de fotocopiado de los diversos planos", solicitados.
Además, la inmobilaria dejó abandonados en el lugar los restos de cascajo, aunque en un documento presentado ante la PGJDF, la empresa aseguró que los desechos fueron enviados al bordo de Xochiaca, lo peor, dice Pedro Grande, es que el predio se ha convertido en refugio de indigentes y delincuentes.
Debido a las afectaciones de su vivienda, Pedro Grande desocupó la planta alta de su casa y utiliza únicamente la de abajo, donde tiene cocina, comedor, sala y las habitaciones de sus hijas, mientras que él y su esposa duermen en un cuarto ubicado en el patio de la vivienda.
En un recorrido por calles de la citada colonia, como Juan Escutia, Centenario y Calzada de Tlalpan se pudo constatar que hay decenas de edificios en construcción y otros tantos que ya empiezan a ser habitados, los cuales tienen diversas irregularidades, como la falta de cajones de estacionamiento suficientes, por lo que los autos son colocados hasta en las banquetas.
Grande señala que lo más preocupante es que con el paso del tiempo y conforme vayan llegando más habitantes a la zona empezarán los problemas por la falta de agua potable y electricidad, pues la infraestructura ha sido ya rebasada, y agrega: "yo nací aquí y vi cuando se instaló el drenaje, y le puedo asegurar que éste no va a soportar más si sigue llegando más gente a la colonia".