La colonia fue construida encima de una falla geológica que permanece activa

Grietas obligan a vecinos de la Unidad Cananea a abandonar sus hogares

Las cuarteaduras han provocado hundimientos y desniveles en casas y calles de la zona

RAUL LLANOS SAMANIEGO

En los muros y pisos de las casas, en el desnivel de las calles, en los hundimientos del parque...en todos lados están las huellas de las grietas que aquejan a los vecinos de la Unidad Habitacional Cananea, en Iztapalapa.

Tal panorama no es actual. Desde hace algunos años, la gente comenzó a advertir pequeñas rayas en las paredes, los techos o el piso de sus casas, las cuales, lejos de desaparecer con los constantes resanes de yeso y cemento que hacen, se han ido expandiendo, debido a que la falla geológica que está exactamente debajo de sus viviendas "está activa".

Doña Julia García vive desde hace 22 años en la manzana 8, Lote 8, sección III, y hace dos años vio como una pequeña línea comenzaba a dibujarse en el piso de la entrada de su casa. Sin darle mayor importancia siguió haciendo su vida normal, pero con el correr de los meses observó que esa abertura no sólo se expandía más, sino que también iba avanzando hacia su sala, luego llegó al comedor, siguió hasta la cocina y se prolongó por el muro del patio trasero.

"Ya con esa grieta la casa no está pareja; el suelo se está partiendo y una mitad se está yendo a un lado y la otra parte hacia el otro. Y todo esto viene desde allá afuera", asegura Julia García mientras señala con su índice a la calle Piraña, donde la grieta está generando hundimientos del asfalto a lo largo de la vialidad.

Recuerda que en una ocasión acudieron funcionarios de la dirección de Protección Civil de la delegación Iztapalapa. "Revisaron, vieron todo, me dijeron que iban a regresar, pero no lo han hecho y la verdad es que yo ya me acostumbre a vivir con esa grieta".

Los daños que está ocasionando la falla geológica llevó a que los vecinos de esta unidad decidieran derribar hasta el momento nueve viviendas, las cuales eran ya inhabitables.

Ya sabíamos de la falla: dirigentes

La Unidad Habitacional Cananea fue construida, hace poco más de dos décadas, por sus mismos moradores, bajo el esquema de auto construcción. En 1983 compraron el predio que actualmente ocupan y levantaron mil 87 casas, las cuales concluyeron diez años después, gracias a créditos del Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo). Sólo que desde hace cinco años enfrentan la problemática de las grietas.

María Luisa Miranda Ortiz, vecina de este lugar, achaca esto a la sobrexplotación de los mantos acuíferos a través de decenas de pozos localizados a lo largo de la avenida Canal Nacional, y que es zona limítrofe con la delegación Tláhuac.

Mariano Salazar Molina y Víctor Guzmán Gallardo, dirigentes de la organización Cananea, comentan que desde que iniciaron la edificación de sus propias viviendas sabían que debajo pasaba una de las tantas grietas de Iztapalapa, pero que se asesoraron con especialistas para tratar de atenuar cualquier daño. Inclusive, dijeron, se inyectó lodo ventonítico a esa falla, se reforzó la estructura de las casas, pero todo eso no fue suficiente, pues los grandes bloques tectónicos se han ido moviendo y dañando las moradas.

Un recorrido por esa unidad habitacional demuestra que no sólo las casas están afectadas. Las banquetas están fracturadas, como en la calle Sirena. En el parque que tienen en este lugar también se advierten las lozas de concreto rotas y hundimientos en varios puntos. Algunas casas más muestran vidrios rotos, marcos de ventana que se han descuadrado, pisos levantados, muros separados, tubos de agua rotos.

Frente a la situación que viven, los vecinos de Cananea buscan alternativas para frenar los daños, como construir zanjas filtrantes de agua, cisternas para captar el líquido de lluvia, rescate de áreas verdes, cultivo de plantas, todo para realimentar los mantos freáticos, y para ello piden el apoyo de las autoridades centrales y delegacionales, antes de que haya consecuencias irreparables.