Pesca con redes agalleras la pone en peligro de extinción
Experto: sin protección, la vaquita marina desaparecerá
La vaquita marina, cetáceo que sólo se encuentra en México, en el alto Golfo de California, tendrá un máximo de tres años de vida si se mantienen las prácticas de pesca con redes agalleras en la zona, las cuales la pueden llevar a la extinción, señaló Exequiel Ezcurra.
El director del Centro de Investigaciones sobre la Biodiversidad en las Californias del Museo de Historia Natural de San Diego sostuvo que la situación de las especies marinas es desesperante, pero "la más crítica es la de la vaquita marina".
Refirió que en el continente americano existe la obligación de evitar que esta especie se extinga del también llamado Mar de Cortés; aunque este es un esfuerzo que lleva más de 15 años y se han dado algunos avances, como la creación de la reserva de la biosfera en el alto Golfo de California, el riesgo continúa.
Ezcurra sostuvo que desafortunadamente los esfuerzos no han sido suficientes, a pesar del trabajo de muchos, y que inclusive la Comisión Ballenera Internacional ha abordado este tema de una manera muy cercana, ya que desde hace varios años dentro de su comité científico se creó un grupo de trabajo para la conservación de la vaquita marina.
A finales de la década pasada, de acuerdo con un censo que se realizó, se estimaba que quedaban unos 600 ejemplares, pero también hay estimaciones de que cada año mueren entre 40 y 80, atrapados en las redes agalleras.
Aseveró que ya van 15 años de esfuerzo trinacional y las organizaciones no gubernamentales están comprometidas a buscar los medios para proteger la vaquita, "pero para ello se requieren acciones decididas del gobierno, porque si las redes agalleras no salen del agua, la vaquita no tiene más de dos o tres años de vida".
Las redes agalleras forman una pared de red que se mantiene vertical en el mar, desde una línea en la parte de arriba llamada "línea flotante", y una cuerda con pesas abajo llamada "línea de suelo". Está diseñada de tal manera que cuando un pez llega a ella, queda atrapado por las agallas y por eso es una amenaza para las ballenas y delfines, los cuales se enredan en la red.
Frente a ello se congratuló por que la Comisión de Cooperación Ambiental, integrada por México, Canadá y Estados Unidos, haya incluido el tema como uno de sus planes de trabajo.
De acuerdo con información del presidente del Instituto Nacional de Ecología, Adrián Fernández, en la zona se estima que hay unas mil 500 embarcaciones que capturan camarón y otras especies, por lo que significa un gran reto conciliar el desarrollo sustentable con la protección de una especie amenazada.
Dijo que se deben encontrar fórmulas para que la población tenga medios de ingresos sustentables y conservar la vaquita marina; para esto se debe profundizar en la investigación y elevar la conciencia de la población.
En este momento ya es posible avanzar en identificar oportunidades para una protección más adecuada de la marsopa.
Advirtió que a las amenazas que ya existen sobre esta especie, se suma el cambio climático, el cual tiene entre sus efectos modificar el hábitat.
Sostuvo que hay oportunidades para cambiar las artes de pesca y se puede aprovechar la experiencia internacional de técnicas de monitoreo sofisticadas que podría dar mejor idea de la distribución de la especie.