Astrónomos sonorenses pronostican nuevas explosiones solares
Hermosillo, Son., 29 de junio. El jefe del Area de Astronomía de la Universidad de Sonora, Antonio Sánchez Ibarra, informó que el telescopio Carl Sagan, ubicado en el campus de la institución, en Hermosillo, monitorea nuevas explosiones solares que actualmente son leves pero podrían evolucionar en los siguientes días.
El astrónomo sonorense señaló que la región solar activa, que por ahora se aprecia cerca de la mancha oscura solar 10 mil 961, en la zona conocida como limbo sureste, actualmente es débil; tanto, que no entra en la tabla de clasificación internacional usada para determinar la potencia de aquella, pero es muy compacta y podría evolucionar en una explosión solar más importante.
"Podemos decir que es un área activa chica, esto depende mucho del flujo magnético, que actualmente es muy bajo, y con lo que vemos de esta tormenta en nuestros monitoreos, no tiene la suficiente fuerza como para afectar las telecomunicaciones en la Tierra", dijo Sánchez Ibarra, quien, sin embargo, agregó que la situación podría cambiar.
Señaló que la clasificación para las regiones activas solares que después se traducen en tormentas solares que pueden llegar a tener efectos en la Tierra se dividen en C, como la etapa más leve; M, como moderada, y X, la más fuerte, denominada "de rayos X".
"La actual playa cromosférica que estamos estudiando no entra ni siquiera en la clasificación C, podríamos decir que está en una previa a ésta, la más leve de actividad", señaló.
Por otra parte el astrónomo invitó a la población a observar el acercamiento (de forma personal) entre Venus y Saturno, que se presentará el próximo primero de julio y será visible al poniente, 20 minutos después de la puesta del sol.
"Venus y Saturno estarán a menos de un grado de distancia -para ser precisos a 47 minutos-, desde nuestra perspectiva, aunque en realidad hay cientos de miles de kilómetros entre ellos", señaló.
Ejemplificó que un grado se puede determinar con el espacio que cubre un dedo de la mano, con el brazo extendido, en el cielo.
Destacó que la observación se puede realizar a simple vista, pero que es más impresionante verla con catalejos o un telescopio, con el que se pueden distinguir los anillos de Saturno.