Usted está aquí: lunes 25 de junio de 2007 Deportes A México no le alcanzó la motivación; cayó ante EU

El árbitro Carlos Batres colaboró con la derrota al marcar un polémico penal

A México no le alcanzó la motivación; cayó ante EU

El equipo de las barras y las estrellas empató al Tricolor tras conquistar su cuarto título de la Copa de Oro

El técnico nacional tardó en ingresar a Cuauhtémoc Blanco y al Bofo Bautista

AGENCIAS

Ampliar la imagen El conjunto estadunidense festeja la victoria sobre los mexicanos y su segunda copa de manera consecutiva El conjunto estadunidense festeja la victoria sobre los mexicanos y su segunda copa de manera consecutiva Foto: Ap

Chicago, 24 de junio. Estados Unidos ya es el indiscutible gigante de la Concacaf. Lo dejó en claro luego de vencer 2-1 a México para adjudicarse por segunda ocasión consecutiva la Copa de Oro.

El Tri perdió por primera vez la final de este certamen, en el que también resultó un sonado fracaso para el seleccionador Hugo Sánchez.

Andrés Guardado adelantó a México sobre la grama del estadio Soldier Field, al minuto 44; Landon Donovan empató al 61 de acción, por la vía penal, y Benny Feilhaber consiguió el segundo, al 73.

El equipo de Bob Bradley empató a los mexicanos con cuatro títulos e irá a la Copa Confederaciones que será un año antes del Mundial en Sudáfrica.

Tras los primeros 45 minutos, el Tricolor tenía todo para ganar y el optimismo inundaba de alegría a sus miles de aficionados ubicados en las gradas del estadio. Sin embargo, el Pentapichichi fue incapaz de aprovechar la ventaja; no supo manejar a su banca y, en contraste, Estados Unidos, de nuevo con ayuda arbitral –como contra Canadá en la semifinal–, logró capitalizar las herramientas a su favor.

México tuvo un buen arranque y dominó claramente los primeros 15 minutos, hasta que Landon Donavan comenzó a descolgar y a conectarse con Da Marcus Beasley. Ambos pusieron a prueba los reflejos del portero Oswaldo Sánchez, al igual que Jonathan Bornstein, con un tiro que pegó en un costado, pero por fuera.

No obstante, era clara la superioridad del conjunto mexicano, cuyo pecado principal fue su eterna falta de puntería. Alberto Medina dejó ir una buena oportunidad, luego Rafael Márquez sacó un tiro que el portero Howard desvió.

La mano del árbitro guatemalteco Carlos Batres comenzó a apreciarse cuando marcó indebidamente una falta en el área grande sobre el guardameta estadunidense.

Hugo Sánchez estuvo nervioso, desde su área técnica hizo todo tipo de reclamos y el estrés subió tras la lesión de Jared Borgetti en la pierna izquierda, quien tuvo que ser relevado y dejó su lugar a Omar Bravo. Estados Unidos produjo su mejor llegada a través de una media vuelta de Clint Dempsey.

La sonrisa volvió tras el gol de Andrés Guardado, al minuto 44, quien definió con la zurda luego de una excelente descolgada por la derecha de Nery Castillo, quien hizo una finta hacia el centro, avanzó casi hasta la línea de fondo y sirvió para la puntual llegada del atlista.

El Pentapichichi fue pasivo en exceso pese a que su colega Bradley dejó en claro su determinación de ir por la victoria con el ingreso de Ricardo Clark, y a pesar de que la gente coreó –exigió– el ingreso de Cuauhtémoc Blanco, Hugo echó mano tanto de él como de Adolfo Bautista muy tarde, hasta que tuvo el marcador en contra.

Rafael Márquez lució fuera de ritmo tras larga inactividad; mientras Oswaldo Sánchez cometió algunas pifias. Al minuto 47 milagrosamente salvó a su meta con un par de rechazos, el último a remate de Clark.

Y mientras los tricolores siguieron sumando fallas en el tiro a gol, el rival creció hasta lograr el empate.

Batres creyó que Jonny Magallón trabó a Brian Ching y marcó un dudoso penal; Oswaldo fanfarroneó y mandó besos al aire a Donovan, con quien trae pique personal, pero el atacante se concentró; disparó suave y colocado para el 1-1.

El clamor en las tribunas fue unánime por el ingreso de Cuauhtémoc, pero Hugo no reaccionó. El que sí lo hizo fue Bradley, quien metió a Taylor Twellman.

Guardado y Jonathan Spector sufrieron un fuerte choque de cabezas; el mexicano se recuperó primero, pero Oswaldo cometió otro error que derivó en un tiro de esquina para Estados Unidos.

Jaime Lozano despejó; sin embargo, el esférico le cayó a Feilhaber, quien marcó un golazo que hizo inútil el vuelo del portero tricolor.

México se salvó del tercer gol tras un tiro al poste de Ching. Fue hasta entonces cuando Hugo ingresó a Blanco y a Bautista. El grito ensordecedor era “¡Iu-es-ei!, ¡iu-es-ei!”. Aún así, el Bofo echó por la borda la opción del empate a dos al rematar sobre el cuerpo del portero.

El explosivo festejo de los pupilos de Bradley contrastó con el desánimo de los mexicanos y la imagen de Guardado en el césped, inmovilizado para ser llevado al hospital.

 
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