Denuncia de hace tres lustros
Hace tres lustros Raquel Tibol y Carlos Blas Galindo denunciaron como falsa una obra atribuida a Frida Kahlo incluida en la versión de la exposición itinerante México: esplendores de 30 siglos, expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco), después de estar en Nueva York, San Antonio y Los Angeles. Se trataba del óleo Dualidad de mi existir, cuadro que representa un venado con dos cabezas: una de Diego Rivera y otra de Frida Kahlo.
Miriam Molina, entonces directora de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes, dijo en su momento que después de rastrear por todos lados, dieron con alguien que tenía en su poder Dualidad de mi existir, que la prestó de buena manera. La obra fue aceptada y colgada porque reunía varios documentos que avalaban su autenticidad.
Una era la certificación de Arturo García Bustos, con fecha del 26 de julio de 1988, donde afirmaba que la obra perteneció a Isabel Villaseñor, amiga de Frida. Asimismo se realizó un peritaje en grafoscopía, en el que dos especialistas firmaban como auténticos de Kahlo la escritura que a manera de título se lee como Dualidad de mi existir y la firma que se encuentra en la pintura. También se presentaron análisis de John Twilley en torno a la antigüedad de la pintura.
Después de varias semanas de descalificaciones, el primero de agosto de 1992, el INBA envió un comunicado en donde informaba que “ante las diversas opiniones que se han suscitado sobre la autenticidad de la pintura Dualidad de mi existir, atribuida a Frida Kahlo, se ha acordado que una comisión formada por personal del INBA y ampliada con expertos externos a la institución, procedan a examinar el cuadro”. Esa acción se pondría en marcha al término de la muestra en Monterrey.