La situación es caótica, dice investigador de la UAM
En 90 por ciento de las vialidades rápidas, las ''horas pico'' son 15 cada día
En la ciudad de México, 90 por ciento de las vialidades rápidas se encuentran invadidas por vehículos estacionados hasta en doble fila, puestos ambulantes o anuncios, "paralizando" la circulación en las denominadas horas pico en arterias como Cuauhtémoc, Insurgentes, Eje 3 Sur, Tláhuac, Eje Central y Tasqueña, entre otras; y ampliado éstas a más de 15 horas al día.
La situación se ha vuelto caótica por la incorporación anual de 200 mil vehículos a la circulación, un crecimiento de 8 por ciento, que se ha ido incrementando desde 1999, sobretodo de unidades particulares, ante el pésimo servicio público; y la subutilización de la red vial secundaria, informó el investigador de Transporte de la Universidad Autónoma Metropolitana, Bernardo Navarro.
A ello se suma la negligencia de las autoridades delegacionales para impedir la ocupación de las vialidades primarias; el riesgo de crear pares viales en arterias secundarias en horas de máxima demanda, que se conviertan en permanentes; y la falta de recursos públicos para crear carriles adicionales de 10 kilómetros para desahogar el tráfico, pues representaría una inversión de 3 mil millones de pesos.
En entrevista el especialista reconoció que ese "pequeño segundo piso se tiene, pero lleno de carros, anuncios de talacheros o ambulantes; y muchas de las veces, tanto en los carriles de alta y baja velocidad", por lo que a pesar de tener una infraestructura vial no despreciable, está mal utilizada, provocando que la velocidad promedio de circulación sea menor a los 20 kilómetros.
Gestión de tránsito
Añadió que muchas de las veces esta velocidad llega a cero, provocando un efecto "bárbaro" hacia atrás, por lo cual el "pico" nocturno se ha ido recorriendo e inclusive se ha propuesto se recorra media hora el levantamiento del programa Hoy No Circula pues cualquier automovilista sabe que después de las 22 horas es difícil transitar en la ciudad.
"No sería una medida anticontaminante, sino más bien como una medida de gestión de tránsito", dado que las horas denominadas valle, cuando se reduce el paso de automóviles, se ha ido estrechando. Antes era de las 11 a las 14 horas y de las 20 a 22 horas, pero hoy se ha reducido de las 11:30 a las 12:45 y de las 16 a las 17:15 horas aunque sólo en algunas zonas de la ciudad, dijo.
En la actualidad con segundos pisos, distribuidores viales, calles y avenidas, disponemos de 10 mil 450 kilómetros para circular, incluyendo cerca de dos mil kilómetros de vías rápidas que nos hemos encargado de hacer lentas con más de 3 millones 105 mil autos registrados sólo en el Distrito Federal, afirmó.
Además, tenemos 108 mil taxis circulando, casi 20 mil unidades irregulares, 45 mil unidades de transporte de carga y escolares, 38 mil microbuses y 42 mil autobuses de servicio público, ''todo este parque vehicular para dar servicio a los más de seis millones de viajes-persona diariamente en la ciudad, con resultados alarmantes en cuanto a la movilidad que hoy tenemos disponible en esas vías'', lamentó Navarro.
Se tiene la creencia generalizada, explicó, que ampliando las vialidades podríamos resolver los congestionamientos de tráfico, pero no es así; se ha comprobado que al aumentar las vialidades éstas traen consigo su propia carga vehicular, anulando de inmediato el objetivo de hacer más ágil la movilidad, a lo cual se suma la invasión de las vías rápidas, hasta por tianguis, como sucede en Periférico, donde es difícil circular a más de 25 kilómetros por hora, algunos días.
Con ello, los 2 mil kilómetros de vialidades primarias se encuentran ''hasta el tope" y obligan a las autoridades delegacionales y capitalinas a tomar cartas en el asunto para impedir su invasión; crear pares viales en arterias secundarias en las horas de máxima demanda evitando sean permanentes, a fin de "democratizar" el flujo vehicular, y privilegiar el transporte público.