Polémica entre Benedicto XVI y Ferrari
Maranello. La escudería Ferrari respondió a un artículo publicado la semana pasada por el diario El País, en el que el papa Benedicto XVI advertía del carácter pecaminoso de la utilización de vehículos "como medio para eclipsar a las otras personas y provocar un sentimiento de envidia". Amadeo Felisa, presidente de la empresa fabricante de lujosos coches italianos, reviró: "a menos que divertirse se haya convertido en un pecado, yo no creo que esto sea malo". El modelo más económico de Ferrari cuesta unos cien mil euros y, según Felisa, comprarlo tampoco es pecado.