La propuesta puede incluir "un impacto más pesado que el esperado para la IP", señala
Bancos y empresas, perdedores con la reforma fiscal, advierte Merrill Lynch
Los mercados deben estar listos para un periodo de negociación "ruidoso", asegura
Ampliar la imagen El impuesto planteado para los depósitos mayores a 20 mil pesos en efectivo, dirigido al comercio informal, terminaría por afectar al sistema bancario, advierte la correduría internacional Foto: José Carlo González
Merrill Lynch, una de las firmas financieras más importantes del mundo, opinó este viernes que la propuesta de reforma fiscal presentada por el gobierno federal el miércoles pasado considera una mayor carga de la esperada hacia las empresas y, en caso de ser aprobada, afectará a algunos corporativos que hasta ahora no han pagado impuestos.
La firma financiera internacional mencionó que hay algunos aspectos de la propuesta que pueden restar estímulos al uso del sistema bancario, como el impuesto a la economía informal, que gravaría con dos por ciento los depósitos en efectivo superiores a 20 mil pesos.
Con el título Pagando por la reforma fiscal, el reporte de Merrill Lynch, elaborado por su estratega para América Latina, Felipe Illanes, indicó que la presentación, por parte de la Secretaría de Hacienda, de la propuesta gubernamental de reforma fiscal cumplió expectativas, aunque, de algún modo, puede incluir "un impacto más pesado que el esperado por el sector privado mexicano".
La correduría mencionó que a partir de las primeras reacciones hacia la propuesta, la atención se ha trasladado de las positivas implicaciones que la reforma pudiera tener sobre las finanzas nacionales hacia el aspecto más incierto de las negociaciones para su aprobación y el costo potencial que puede tener para las corporaciones.
Aunque no forma parte del análisis de Merrill Lynch, al hacer referencia al costo de la reforma en las corporaciones la firma alude al hecho de que una de las propuestas planteadas introduce una contribución empresarial de tasa única (CETU) que gravaría con 16 por ciento la diferencia entre los costos de producción de una compañía menos las deducciones permitidas. De esa forma, aunque la empresa declare que no tuvo utilidades en un ejercicio, y por tanto no pague impuesto sobre la renta, contribuya con el fisco.
Según Merrill Lynch, el gobierno buscará que el paquete de siete iniciativas fiscales y hacendarias sea aprobado antes del próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso, que comienza el primero de septiembre. El 8 de septiembre el Ejecutivo deberá presentar su propuesta de Presupuesto de Egresos para 2008.
La correduría consideró que el proceso de negociación y las posturas políticas pueden llevar a un proceso de negociación y votación un poco más largo y "ruidoso", para el cual deben estar preparados los mercados financieros. "También advertimos que una particular atención debe prestarse al hecho de que la reforma podría tener algunos perdedores, por ejemplo, algunas corporaciones; así como algunos efectos negativos transitorios, como desincentivar el uso del sistema financiero", por el cobro de un impuesto de dos por ciento a los depósitos bancarios en efectivo, únicamente para personas no inscritas en el Registro Federal de Contribuyentes, y que pretende gravar a la economía informal.
"Nuestra expectativa es que la reforma propuesta tiene buenas posibilidades de ser aprobada sin cambios dramáticos, dada la negociación previa que se ha reportado que hubo entre los principales líderes del Congreso", añadió.