Se suman a ese registro documentos y libros de México
Nuevas inscripciones en Memoria del Mundo de la UNESCO
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) anunció ayer la inscripción en su registro Memoria del Mundo, ''por su valor excepcional", de una colección de 166 libros, muchos de ellos escritos en lenguas indígenas con propósito evangelizador, que datan de la Colonia y el siglo XIX, pertenecientes al acervo de la biblioteca pública Juan José Arreola, de Guadalajara, Jalisco.
También se incluirá en esa lista patrimonial una serie de documentos musicales provenientes de Bolivia, Colombia, México y Perú, que abarcan el periodo virreinal. Entre estos últimos figura un libro que recopila villancicos basados en escritos de sor Juana Inés de la Cruz, realizado por los religiosos Juan de Araujo y Antonio Durán de la Mota.
Cuatro de estas composiciones, ''hechas con gran libertad e imaginación", conforman ''un pequeño corpus de las piezas más representativas de la cumbre de la cultura colonial de Bolivia, y de la riqueza musical de ese periodo en el continente americano", explica el expediente aprobado por la UNESCO.
Por su parte, la Colección de Lenguas Indígenas ''contiene invaluable información acerca de cuatro siglos de aculturación religiosa y, sobre todo, ilustran las modificaciones ocurridas en los lenguajes que originalmente eran hablados en América, antes de la llegada de los europeos". El libro más antiguo de esta serie fue impreso en 1539.
Ambos fondos se suman a otros 36 que ayer ingresaron a la Memoria del Mundo, lista que comenzó a formarse en 1997 y en la que ahora figuran 158 obras de patrimonio documental, identificadas por el Comité Consultivo Internacional y aprobadas por el director general de la UNESCO.
Desde 2005, cuando se consideró a la Biblioteca Palafoxiana de Puebla, entre otros, México no ingresaba ningún acervo. También son Memoria del Mundo la película Los olvidados, de Buñuel, filmada en el país; así como los códices que resguarda la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (uno prehispánico, 92 coloniales y 68 facsímiles); tres códices del valle de Oaxaca y el códice Techialoyan, de Cuajimalpa.
También se ha incluido en el patrimonio documental de la humanidad una serie de archivos sobre la lucha contra el terrorismo provenientes de Argentina; los archivos de la campaña nacional de alfabetización de Nicaragua, que son una colección de documentos elaborados en 1980 tras la caída de la dictadura de Anastacio Somoza, y los archivos del general Francisco de Miranda, de Venezuela, que permiten recorrer momentos de la independencia en América.