Usted está aquí: lunes 18 de junio de 2007 Mundo Sarkozy no consigue mayoría absoluta en la Asamblea; repuntan socialistas

La UMP obtiene 314 diputaciones y el PS 185 en los comicios parlamentarios

Sarkozy no consigue mayoría absoluta en la Asamblea; repuntan socialistas

Se consolida el bipartidismo en Francia

Alcanza 40 por ciento el abstencionismo

DPA, AFP, REUTERS

Ampliar la imagen En imagen de archivo el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, cuya formación Unión por un Movimiento Popular ganó las parlamentarias de ayer, aunque sin alcanzar los dos tercios de las diputaciones como pronosticaban las encuestas En imagen de archivo el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, cuya formación Unión por un Movimiento Popular ganó las parlamentarias de ayer, aunque sin alcanzar los dos tercios de las diputaciones como pronosticaban las encuestas Foto: Reuters

Ampliar la imagen En imagen de archivo el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, cuya formación Unión por un Movimiento Popular ganó las parlamentarias de ayer, aunque sin alcanzar los dos tercios de las diputaciones como pronosticaban las encuestas En imagen de archivo el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, cuya formación Unión por un Movimiento Popular ganó las parlamentarias de ayer, aunque sin alcanzar los dos tercios de las diputaciones como pronosticaban las encuestas Foto: Reuters

París, 17 de junio. El presidente de Francia, el conservador Nicolas Sarkozy, no consiguió hoy los dos tercios en la Asamblea Nacional al celebrarse la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, como lo anticipaban las encuestas, y en contraste los socialistas repuntaron, con lo que conformarán una fuerte oposición. El abstencionismo alcanzó 40 por ciento.

El partido Unión por un Movimiento Popular (UMP, en el poder) contará con 314 diputados en la nueva Asamblea Nacional, frente a los 359 que tuvo en la Cámara saliente y sobre un total de 577, según las cifras definitivas proporcionadas por el Ministerio del Interior.

El Partido Socialista tendrá 185, frente a los 149 actuales.

El resultado es un éxito para la UMP pero la formación no consiguió finalmente la abrumadora mayoría absoluta que preveían los sondeos, ya que los franceses decidieron no otorgar todos los poderes al partido de Sarkozy, disgustados por la propuesta del gobierno de incrementar el impuesto al valor agregado en hasta cinco puntos porcentuales, y por su rechazo a elevar el salario mínimo por encima del que estipulaba la ley, señalaron analistas.

En todo caso, la nueva composición de la Asamblea Nacional permitirá al oficialismo aprobar diversos cambios, como normas laborales más flexibles, exoneraciones fiscales, mayor control de la inmigración y penas más severas contra el crimen.

El primer ministro francés, Francois Fillon, consideró el resultado electoral como una "clara y coherente" decisión y prometió "atender a la oposición y fortalecer sus derechos".

"Nuestra democracia ha sido fortalecida", dijo Fillon, a la vez que llamó a la oposición a un "consenso nacional" para responder con reformas a los grandes desafíos del siglo. "No hay un pueblo de derecha contra un pueblo de izquierda, hay solamente un pueblo francés", aseveró.

"La época de la campaña electoral ha pasado, llegó el momento del rencuentro, es el momento de actuar", sostuvo, al tiempo que anunció que pondrá en marcha todas las promesas electorales. "No queremos esperar más para comenzar la renovación".

Para la derecha, el golpe más duro de esta noche fue la derrota ante una socialista del número dos del gobierno y titular de Ecología, Alain Juppé, en Burdeos, quien anunció su dimisión.

"Mañana presentaré al presidente de la República y al primer ministro mi dimisión como ministro de Ecología", declaró el funcionario.

Fillon exigió a todos los ministros de su equipo que abandonaran el gobierno si no eran elegidos diputados.

Juppé explicó también que tomará una decisión sobre su permanencia en el cargo de alcalde en los próximos días.

Ningún escaño a la ultraderecha

La configuración de la nueva Cámara de Diputados consolidará el bipartidismo en Francia y reducirá el peso de formaciones minoritarias.

Así, los comunistas tendrían 15 escaños; los Verdes, cuatro; el centrista Movimiento Demócrata de Francois Bayrou, tres, y el ultraderechista Frente Nacional de Jean Marie Le Pen ninguno.

Con suerte y gracias a alianzas, comunistas, verdes y centristas podrán llegar a reunir 20 escaños, cifra mínima para formar un grupo parlamentario, lo cual concede derecho a voz y voto en la Asamblea.

El Nuevo Centro, integrado por ex compañeros de Bayrou aliados a Sarkozy, llegará sin problema a 22 diputados.

Completan la Asamblea una serie de diputados: 15 diversos de izquierda, nueve diversos de derecha, siete radicales de izquierda, uno de extrema derecha, un regionalista y un diverso.

Los socialistas, desgarrados por la derrota hace seis semanas de su candidata presidencial, Segolene Royal, consiguieron finalmente movilizar a su electorado y convencerlo de la necesidad de construir una oposición fuerte.

"El Partido Socialista está de vuelta", declaró el jefe partidario Francois Hollande. Los votantes franceses quisieron "instalar una fuerza contra el nuevo poder" y corrigieron "la tendencia de la primera vuelta electoral", añadió.

"En la próxima Asamblea Nacional habrá diversidad y pluralismo. Esto es bueno para el país", añadió Hollande.

Pese al poder limitado de los socialistas frente a la mayoría gobernante, Royal prometió que su formación ejercerá "una verdadera fuerza de oposición constructiva" en la próxima legislatura.

Pero en esta noche electoral, la gran e inesperada noticia fue el anuncio de que Royal y Hollande se han separado después de 30 años de unión y cuatro hijos en común.

La candidata socialista lo anunció así en un libro que saldrá a la venta el miércoles y en el que confirmó que su ex compañero tenía una historia sentimental con otra persona.

"Yo no quería anunciarlo esta noche, en medio de las elecciones legislativas", declaró Royal, aunque señaló que el lunes emitirá una declaración junto con Hollande.

Como ocurrió en la primera vuelta, hace una semana, la abstención en la segunda vuelta de las legislativas fue de cerca de 40 por ciento, un signo de la escasa motivación de los franceses, que votaron el domingo por cuarta vez en menos de dos meses.

"Las elecciones legislativas sirvieron para confirmar o ampliar los resultados de las presidenciales", declaró a la prensa el politólogo Arnaud Leparmentier.

Según Gaell Sliman, subdirector del instituto de sondeos BVA, no es que los franceses hayan dado un giro a la derecha sino que la UMP "ha sabido proponer a los ciudadanos un proyecto de sociedad coherente, claro y bien marcado ideológicamente, y la izquierda no supo hacerlo".

En este momento en Francia, los papeles parecen haberse invertido. La izquierda, concretamente los socialistas, parece estar paralizada y la derecha ser la fuerza política más activa, pragmática y cercana a los electores y a sus expectativas, según los especialistas.

Con estos comicios, se cierra un ciclo electoral en Francia que comenzó en abril con unas elecciones presidenciales que abrieron una nueva era política tras 12 años en el poder de Jacques Chirac.

Sarkozy, de 52 años, prometió romper con la forma de gobernar de sus predecesores y construyó un gobierno en el que incluyó a personalidades de centro e izquierda.

El jefe de Estado pidió con insistencia a los franceses que le dieran una mayoría amplia en la Asamblea Nacional para poder hacer realidad un ambicioso programa de reformas, que incluye desde costosas medidas fiscales hasta normas que controlan más la inmigración.

La nueva Asamblea Nacional se reunirá en sesión extraordinaria a finales de junio para comenzar a aprobar normas que pongan en práctica la ruptura anunciada por Sarkozy.

 
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