VOX LIBRIS
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Estados sucesivos de la muerte
A las cuatro de la madrugada, el tren atravesaba un puente cuando el exitoso pianista Z. supo que había iniciado la enfermedad que le paralizaría el cuerpo. ''La muerte no llega con un gran suspiro y un punto final. Al contrario, es un fenómeno complejo que se articula en estados sucesivos... primero se pierde un reflejo, luego otro".
Z. se enteró de que había comenzado algo, una soledad intensa, una bomba, el derrumbe del techo, un terremoto, algún disparo. Sucede que al cabo de un instante los demás están en otra parte, en algún lugar de la otra orilla y te has quedado solo. Eran los años de la Segunda Guerra Mundial, Varsovia había caído y el músico se dirigía a Italia para dar conciertos y para alejarse de un triángulo amoroso donde él amaba a una mujer vanidosa y frígida.
Después vendrían las inyecciones, la radioterapia, la sangre, los medicamentos, la morfina que le provocaba un delirio en medio del cual y de la penumbra una voz fría de mujer le habla: ''No quiero que se muera", le dice.
El escritor húngaro Sándor Márai (Kassa, 1900- California, 1989) escribió en 1946 esta obra cuyo texto central es presentado como las memorias que Z. guardó de su estancia en el hospital: reflexiones decisivas entre paciente y doctores sobre la vida y la muerte, el abismo del amor irrealizado, el equilibrio entre el poder curativo de la ciencia y el espíritu de lucha del enfermo.
En la primera parte de La hermana el narrador explica el encuentro en un hotel con un músico convencido de que ''la sensación más profunda de toda enfermedad es la de envenenamiento" y de que en la música no hay camino más desesperado ''que el que conduce a la perfección".
Título: La hermana
Autor: Sándor Márai
Traducción: Mária Sziij y J.M. González Trevejo
Editorial: Salamandra
Número de páginas: 253
Precio de lista: 298 pesos
Textos: Jorge Ricardo