Usted está aquí: domingo 17 de junio de 2007 Cultura Comienza en Kassel Documenta 12 con la vanguardia mundial del arte

Los organizadores de la muestra alemana dieron prioridad a la obra sobre el nombre del artista

Comienza en Kassel Documenta 12 con la vanguardia mundial del arte

Por primera vez participará un chef, el catalán Ferrán Adrià, considerado el mejor del mundo

El chino Ai Weiwei presenta el trabajo más caro: mil un compatriotas suyos que se pasean por la ciudad

EVA USI, ALIA LIRA HARTMAN

Ampliar la imagen La obra del austriaco Peter Friedl, Historia de Zoológico, es una de las que más atención capta en la exposición Documenta 12 La obra del austriaco Peter Friedl, Historia de Zoológico, es una de las que más atención capta en la exposición Documenta 12 Foto: Ap

Kassel, 16 de junio. En la apacible ciudad de Kassel, cuna de los hermanos Grimm, abrió la Documenta 12, una exposición de 100 días que presenta, como cada cinco años, la vanguardia mundial de arte contemporáneo.

Los organizadores explicaron en qué consistiría lo que se había mantenido como el secreto más guardado de la Documenta 12, la participación del cocinero estrella español Ferrán Adrià, considerado el mejor del mundo. Por primera vez en la historia de la muestra, que compite con la Bienal de Venecia y la Feria de Basilea, fue invitado un cocinero, lo que provocó un gran revuelo y expectación. El restaurante playero El Bulli, en la Costa Brava, propiedad del chef catalán de 44 años, se ha mantenido entre los tres primeros puestos del mundo durante los recientes seis años y obtuvo el primer puesto en 2007, 2006 y 2002 en el listado que publica la prestigiosa revista Restaurant.

"Toda persona sensata sabe que el restaurante El Bulli es tan complicado como una cirugía cerebral y no podía ser transportado a Kassel. El Bulli será el pabellón G de la Documenta", dijo el director de la exposición, Roger Buergel. El famoso local en Cala Montjoi, Girona, recibirá durante los cien días que dura la muestra a dos comensales elegidos al azar por los organizadores.

La mayor cita de arte contemporáneo incluye en su edición 2007 más de 500 obras distribuidas en cinco espacios en Kassel. Llama la atención que entre los 113 artistas participantes hay pocas estrellas de renombre internacional. La elección, que dio prioridad a la obra y no el nombre, obedece al interés del director, Roger Bruegel, y de su curadora y compañera sentimental, Ruth Noak, en lo que ellos llaman "la migración de las formas" a través del tiempo y del espacio, así como la experiencia estética del observador.

Uno de los atractivos es una jirafa disecada presentada por el austriaco Peter Friedl, que más parece una caricatura, un animal de peluche que acaba de pararse en seco después de una carrera. La obra se titula Historia de Zoológico y es una de las más fotografiadas por los 2 mil 800 periodistas acreditados que necesitarán varios días para recorrer los 17 mil metros cuadrados de exhibición.

La jirafa disecada, que se llamaba Brownie, se muestra en un amplio espacio sin más explicación que ella misma y su destino: vivió hace no mucho en un zoológico en Palestina, pero durante un bombardeo de Israel contra Hamas, entró en pánico y se golpeó cayendo al suelo, falleciendo poco después. La intención de Friedl es mostrar que no sólo seres humanos, sino también animales son víctimas del conflicto palestino-israelí.

Los organizadores insisten en que hay muchos grandes artistas conocidos en su contexto. Por ejemplo Romuald Hazoumé, de Benin, que presenta máscaras africanas hechas con viejos contenedores de plástico. El artista explicó que muchos países africanos son ricos en petróleo y padecen a la vez crisis energéticas. Su principal obra es una embarcación africana construida con cientos de botes de hojalata. Se titula Sueño y está llena de agujeros. "Si te vas te mueres y si te quedas también, así que mejor vete y piérdete en la embarcación de tus sueños", afirma.

El chileno Juan Dávila quien vive desde hace 30 años en Australia, expone obras convencionales como paisajes pero también cuadros que son la provocación pura. En una de sus pinturas se encuentra un hombre desnudo de cuyo trasero sale un ojo. "Trae a nuestros hijos a casa", se lee en un recuadro rodeado de símbolos australianos. También se ve una esvástica sobre una bandera estadunidense y una cruz cristiana que se transforma en gamada. El artista señala que su principal interés es el cuerpo deseante. "Todos tenemos deseos, pero la cultura multinacional ha matado todas esas aspiraciones. Vivimos en una mediocridad en la que la gente no sueña", dice. "El africano (Romuald Hazoumé), apeló a soñar, otro artista apeló al derecho de ser variable, de ser ambiguo, yo apelo a imaginar otros deseos. Políticos, sociales y personales", dice.

Pero la obra más costosa y controvertida en la Documenta 12 es la propuesta del artista de vanguardia chino Ai Weiwei, que ha traído a mil un compatriotas suyos, para que en Kassel experimenten el contacto con una cultura distinta. Elegidos por medio de Internet, provienen de todas las regiones y capas sociales de China. Entre ellos hay campesinos, desempleados, amas de casa, arquitectos y hasta policías. Ya han llegado los primeros 200 y se pasean por Kassel como turistas. "No es un símbolo de que vienen los chinos, vienen de verdad", dice Ai. Lo que interesa al artista es la confrontación cultural y la del arte contemporáneo con la vida cotidiana. Algunos de los participantes nunca han abandonado su pueblo natal, una mujer no tenía ni nombre oficial, por lo que hubo que registrarla para que obtuviera un pasaporte. El proyecto titulado Cuento de Hadas, tiene un costo de tres millones de euros que será financiado por un patrocinador suizo. Es la obra más costosa en la historia de la Documenta, que se realiza desde 1955.

Los participantes, personas que no tienen nada que ver con el arte, fueron traídos a Alemania para que visiten la ciudad y la exposición; no tienen obligación alguna, les fueron pagados los vuelos, la estancia y todo lo necesario para el viaje. Después regresarán a sus casas, a su mundo, y cada uno vivirá a su manera. Weiwei considera de esta manera romper con los límites sociales, políticos, y económicos.

Por otro lado la artista chilena Lotty Rosenfeld se mostró indignada al ver destruida lo que pretendía ser su participación en Kassel. Con Un millar de cruces sobre el pavimento, Rosenfeld pintó por diversas calles de la ciudad una serie de cruces para que el paseante experimentara un control de manera subliminal. Pero el orden alemán se impuso y el personal de limpieza acabó con la obra de Rosenfeld en un dos por tres por los riesgos que para el tránsito de la ciudad parecían representar las líneas. Rosenfeld realizó una acción similar en 1979 en Santiago de Chile como protesta contra el gobierno de Pinochet. El video de aquella acción quedó como testimonio ya que las líneas no volverán a ser pintadas.

En toda la ciudad de Kassel se encuentran repartidas también algunas obras y en el museo Friedeicium como sala principal se presentan instalaciones, fotografía, plástica, videoarte que es completado por un programa de cine que proyectará 100 películas. Esta muestra, que diera inicio en 1955 para mostrar las expresiones de arte moderno de artistas censurados durante el nacionalsocialismo, hoy se ha convertido en uno de los principales referentes del arte contemporáneo.

 
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