Usted está aquí: sábado 16 de junio de 2007 Sociedad y Justicia Negligencia médica se suma a los problemas que enfrenta el INER

Padres de una niña demandaron ante la PGR a personal de dos áreas del hospital

Negligencia médica se suma a los problemas que enfrenta el INER

Kesli Mendoza Cabrera, de tres años, está inconsciente por un diagnóstico tardío y erróneo

ROSA ELVIRA VARGAS

Ampliar la imagen El pasado 31 de mayo, trabajadores del INER salieron a las calles para protestar por el cierre parcial de ese nosocomio El pasado 31 de mayo, trabajadores del INER salieron a las calles para protestar por el cierre parcial de ese nosocomio Foto: Carlos Cisneros

En la Procuraduría General de la República (PGR) se encuentra radicada desde el pasado primero de junio una demanda contra personal médico de las áreas de Urgencias y de Neumopediatría del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), debido a que los padres de la niña Kesli Mendoza Cabrera aseguran se le ha atendido de manera "negligente", al grado de que la menor de dos años 11 meses permanece desde marzo en estado inconsciente, luego de un paro cardiorrespiratorio.

Lo "increíble" para los padres es que un diagnóstico tardío reveló que la niña había contraído neumonía y, contra toda lógica, dada su gravedad, el personal del nosocomio insiste en que Kesli debe ser sacada del hospital, pese a la opinión de especialistas de otras instituciones públicas, quienes aseguran que la menor tiene posibilidades de lograr alguna mejoría.

Los padres, Susana Cabrera y Rafael Mendoza, se han ocupado en los últimos cinco meses de velar por la recuperación de Kesli, y en semanas recientes también se han dedicado a denunciar ante diversas instancias lo que consideran un trato deficiente.

De entrada, no se explican cómo una institución especializada en padecimientos respiratorios no haya diagnosticado a tiempo que la menor había desarrollado neumonía, pues en los seis días previos al paro cardiorrespiratorio presentaba fiebre constante.

Declaración ministerial

En el acta levantada ante el Ministerio Público Federal, la madre de Kesli describe así el día en que la menor sufrió la crisis que hoy, más de tres meses después, la mantiene inconsciente:

"El día 8 de marzo, días después de que mi hija empezó con temperatura alta, y que momentáneamente controlábamos, pero que en realidad fue constante, siendo aproximadamente las nueve de la noche, le comenté a la enfermera que Kesli estaba desaturando (cuando la sangre es incapaz de llevar una concentración adecuada de oxígeno a las células; falla de los pulmones), por lo que fueron a revisarla los médicos de guardia Gilberto de Jesús Méndez y Víctor Hugo Rivera Núñez.

"Al estar frente a ella checándola, ya que se encontraba sentada sobre la cama, se desvaneció cayéndose hacia atrás. Mi marido les dijo que nuestra hija estaba muy mal y los médicos dijeron que no, que (Kesli) tenía mucho sueño y sólo dormía, mientras trataban de encontrar sus signos vitales."

En esa búsqueda pasaron cuatro o seis minutos valiosísimos, considera Susana, porque luego de ese tiempo los doctores se afanaron en solicitar (y conseguir en otras áreas del INER) los aparatos que requerían para la reanimación de la menor. Kesli pasó esa misma noche a terapia intensiva, y al día siguiente la doctora Margarita Salcedo informó que la niña había sufrido un paro cardiorrespiratorio y que tenía neumonía.

"Pero no se explicaba cómo le había dado tan rápido'', ya que el día anterior le habían tomado algunas placas a los pulmones y no había signos de la enfermedad. Hasta aquí el testimonio de Susana.

Quieren darla de alta

Transcurrieron 72 horas y Kesli nunca ha vuelto a estar consciente. Pasado ese término, la responsable del área de Neumopediatría, María Silvia Lule Morales, dijo que la niña tenía un leve edema cerebral, producto del paro cardiorrespiratorio, pero esa doctora (según los demandantes) "nunca realizó una revisión física" de la menor.

En ese vía crucis de no conocer el estado real de Kesli -a quien en primera instancia le diagnosticaron síndrome de Prader Willi, dada la obesidad mórbida- y a medida que se agrava su salud, los médicos han dado diversos diagnósticos médicos, incluido el de epilepsia.

Así han pasado semanas, y por lo menos en dos ocasiones han tratado de dar de alta a Kesli, sin importar que se alimenta y respira por vías artificiales y no ha recobrado la conciencia.

Llegar hasta la PGR fue para Susana un paso más para encontrar respuestas y buena atención para su hija. También ha acudido al órgano de control interno del INER, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (donde, dice, no fue atendida) y hace apenas dos días a la CNDH.

 
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