Derribaron parte de un acueducto y del sillar: INAH
Desarrolladores dañaron edificio de La Fama
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Desperfectos ocasionados cuando se realizaban "obras de limpieza", las cuales fueron clausuradas por el ayuntamiento de Santa Catarina
Foto: La Jornada
Monterrey, NL, 15 de junio. Desarrolladores urbanos que pretenden la construcción de un estacionamiento dañaron las instalaciones del edificio histórico nacional de la fábrica de hilados y tejidos de algodón La Fama, considerada la primera gran empresa que se estableció en Nuevo León, en 1856, ya que marcó el arranque de la industrialización del estado, casi medio siglo antes que la Fundidora.
El delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Héctor Jaime Treviño Villarreal y el historiador Raúl Rubio dijeron que, con el pretexto de hacer obras de limpieza, los desarrolladores dañaron el inmueble y que su verdadero propósito es construir edificios de departamentos de elevada plusvalía en el municipio de Santa Catarina.
En una acción coordinada, la delegación estatal del INAH y el ayuntamiento de Santa Catarina suspendieron ayer los trabajos y analizan qué sanciones deberán aplicarse a quienes dañaron el patrimonio nacional, destruyendo parcialmente los arcos de un acueducto, único en su tipo en el estado, así como varios metros cuadrados del sillar del edificio.
Treviño Villarreal mencionó que la fábrica se inició en 1854 y fue inaugurada en marzo de 1856 por el entonces gobernador Santiago Vidaurri. "Es uno de los edificios históricos que tenemos en Nuevo León, incorporado al patrimonio arqueológico industrial" de México.
"Sé que los dueños -Mauricio González, propietario de Industrias González- han querido enajenar el predio y con nosotros han venido 10 o 12 grupos de fraccionadores o desarrolladores con la intención de tumbar todo; ellos quieren hacer edificios departamentales en el terreno, que es toda una manzana."
Pero, agregó, no se permiten nuevos edificios a cambio de derrumbar construcciones históricas del siglo XIX y los restos de un hermoso acueducto, el único que hubo en Nuevo León, el cual constaba de más de 900 metros, pero ya sólo se conserva una parte porque estaba dentro de la fábrica.
Los dueños argumentaron que iban a hacer obras de limpieza, pero no deben hacerlo sin permiso, por lo cual se procedió a colocar sellos de clausura, añadió.
Además del acueducto, que tiene valor histórico, la entrada de la fábrica es muy hermosa y dentro hay una cuadra de caserío de adobe que era donde vivían los trabajadores de la empresa, que cerró hace unos 10 años por la feroz competencia que representaron las fibras sintéticas.