Toros

Gastón Ramírez Cuevas

El regreso de José Tomás el domingo 17

Tener sed de toros negros y hambre de miedo

JOSE TOMAS ROMAN MARTIN, el torero más importante de los últimos años se alejó de los ruedos en 2002, a los 27 años, sin dar mayores explicaciones. El próximo domingo 17 de junio, volverá a vestirse de luces en Barcelona. El acontecimiento es histórico para efectos del toreo en las últimas décadas.

¿POR QUE? POR LA SENCILLA razón de que el paso fugaz de este torero por el firmamento taurino llenó de alegría a la afición escéptica y decepcionada, en una época sin héroes, sin toreros de verdad, donde siguen faltando coletas de los que irradian un respeto pagano hacia la profesión más cautivante que puede elegir un ser humano.

AL AUSENTARSE DE LAS plazas de toros, José Tomás dejó un vacío meláncolico que nadie pudo llenar. Nadie torea con ese silencio, con esa verdad, con ese estoicismo; nadie se ajusta tanto en las gaoneras, ni torea con tanto sentimiento al natural; nadie parece entender como él, que torear es algo fuera de este mundo, algo que siempre estará más cerca de una filosofía y una moral que de un simple ejercicio de valor y pinturerías.

EL CARTEL DE LA REAPARICION de José Tomás lo completan Finito de Córdoba y Cayetano Rivera Ordóñez, para enfrentarse a un encierro de la ganadería de Núñez del Cuvillo. El decidir volver a la Fiesta y elegir la Monumental de Barcelona como escenario, merece un análisis. Pero, para tener una visión congruente del fenómeno José Tomás, es necesario ahondar un poco más en porqué el torero de Galapagar es indispensable para el aficionado.

JOSE TOMAS SE HIZO torero en México y aquí tomó la alternativa. Desde sus inicios, su toreo estuvo basado, como nos lo dice Antonio Lorca, el cronista taurino de El País, en: "... una apabullante personalidad; un valor sobrehumano; la pureza en estado original; la quietud, la verticalidad, la seriedad, la profundidad, la hondura... Y la sencillez al mismo tiempo."

FIJEMONOS TAMBIEN UN POCO en la personalidad del diestro, un atributo del que carecen casi todos los toreros actuales. Hay que decir que José Tomás es un tipo excéntrico. No gusta de la publicidad, no se le ve en las revistas del corazón, no se exhibe en público, casi no concede entrevistas, etcétera. Esto ha hecho que los desairados medios se metan muy fuerte con él, inventando patrañas sobre su vida privada. Lo de siempre, cuando es imposible atacar a un torero por lo que hace o deja de hacer en la plaza, entonces se recurre al bajonazo artero.

SE HA ESCRITO MUCHO sobre el fenómeno José Tomás, usando sobre todo el adjetivo místico para referirse tanto a él como a su toreo. Podría decirse que en el ruedo transmitía la sensación de un hombre que luchaba con un ángel y que ese ángel era el toro. También, en un momento en el que varios charlatanes talentosos hacían arte con minúsculas vestidos de luces, José Tomás planteaba un toreo de subversiva temeridad, un Arte taurino que podría calificarse como expresionismo abstracto. Estamos hablando de alguien que salía a la plaza dispuesto a morir. No podemos olvidar aquella anécdota en que ya vestido de torero, antes de partir a Las Ventas, volvió a entrar a casa para darle de comer a sus perros. Cuando su cuadrilla le pidió una explicación, respondió: "Es por si no vuelvo."

DESPUES DE COSECHAR todos los triunfos a los que puede aspirar una figura del toreo, un buen día decidió retirarse. No hubo anuncio, conferencia de prensa ni ceremonia de corte de coleta, simplemente dejó de torear en las plazas. Es probable que hayan influido algo el hastío, la fatiga mental. Todo en esta vida es un proceso de aprendizaje y olvido, y a veces hay que recuperar la ilusión.

CUANDO A PRINCIPIOS de este 2007, el 1° de marzo, su nuevo apoderado anunció que volvía, todo el mundillo taurino se conmocionó. Además, el gesto de reaparecer en Barcelona, una plaza amenazada de muerte por los antitaurinos catalanes, añade valor al acontecimiento. Basta decir que los boletos se agotaron en pocas horas tanto en Internet como en las taquillas del coso.

JOSE TOMAS DIJO EN la revista El País Semanal, que vuelve porque vivir sin torear no es vivir. De acuerdo, pero se sabe que nunca dejó de torear animales serios a puerta cerrada en estos cinco años de ausencia de los ruedos. Quizá la clave de su regreso está más bien en la frase de Rafael Rodríguez "El Volcán de Aguascalientes", quien tuvo con Conchita Cintrón el siguiente diálogo.

-"... ¿Por qué vuelven? Miré al torero. Tienen hambre -dije- y tienen sed y no saben de qué...

El torero me miró. -Yo si sé- dijo por fin. Tenía la soledad escrita en la mirada. "Tengo sed de toros negros... y tengo hambre de miedo."

EL TEXTO ANTERIOR APARECE en el libro ¿Por qué vuelven los toreros?, en el que la extraordinaria torera peruana nos regala también esta frase que, aunque se refiere a Ignacio Sánchez Mejías, parece haber sido escrita para José Tomás: "(el torero) Parece satisfecho. No lo está. Tiene que redondear su propia obra, el enigma, aún indescifrado, de su existencia. Y vuelve al toro."

CON UN POCO DE SUERTE, es decir, si embisten los toros, se verán grandes cosas en Barcelona este domingo. Ahí se dará cita todo el universo taurino para ver a un artista honrado, quien en sus grandes tardes hacía enmudecer al público por su serenidad; la cual, como decía Belmonte, es la conciencia del valor.

A ESTA CORRIDA LE SEGUIRAN unas 20 en lo que resta del año, algunas en tierras mexicanas. Se espera también que si las cosas ruedan bien, en 2008 José Tomás rivalice con las vacas sagradas y las jóvenes promesas que tanto ruido hacen en las campañas españolas. No hay que olvidar que la rivalidad es indispensable para una Fiesta viva.

ASI LAS COSAS, VAMOS a Barcelona con la esperanza de presenciar un milagro: el milagro del toreo ortodoxo y fantástico, ese que parece que ya sólo está vivo en las páginas de los libros. Y si el milagro decide no pasar lista este próximo domingo en la capital de Cataluña, ¡no importa!, a José Tomás le esperaremos el tiempo que sea necesario.