El protocolo implicó una larga espera y tres discursos
Define el Presidente a la pintora: ''ejemplo contra la adversidad''
Por una puerta lateral, casi a hurtadillas debido al repudio generalizado de manifestantes atrás de las vallas metálicas con las que fue cercado el edificio, el presidente Felipe Calderón ingresó anoche al Palacio de Bellas Artes para inaugurar la exposición en homenaje a Frida Kahlo.
A la estrategia le fue añadida la formación de una valla, palacio adentro, dispuesta para que ocurrieran solamente aplausos y ya no abucheos, como la noche del lunes dentro del Teatro de Bellas Artes, antes de iniciar el concierto del violonchelista Yo-Yo Ma. En esa ocasión entró por una puerta trasera, lo que hizo recordar a algunos testigos el ingreso de Calderón al Palacio Legislativo, también mediante una estrategia de logística de seguridad policiaca, para tomar posesión como Presidente.
Anoche Bellas Artes estaba nuevamente sitiado por el Estado Mayor Presidencial y fuerzas policiacas. A los medios de comunicación les fue negado el acceso. Puertas adentro, los invitados lucían sus mejores atuendos, pero no ocultaron su molestia porque tuvieron que esperar, de pie, durante más de una hora la llegada de Calderón, y luego media hora más de discursos. Como pasaba el tiempo y el acceso de los invitados a la exposición se retrasaba, ya que se dio preferencia a la comitiva presidencial y empresarial, se anunció por altavoces que se permitiría el paso ''en grupos de 20 personas", de un total de 3 mil que portaban las invitaciones que fueron repartidas de manera selectiva. De modo que la mayoría optó por retirarse, decepcionada, a enfrentar los retenes afuera y las muestras de repudio de los manifestantes.
La media hora que duró la ceremonia de inauguración transcurrió así: primero tomó el micrófono Teresa Franco, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, para agradecer a los patrocinadores; después Sergio Vela, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, anunció una gira por Zacatecas, Tlaxcala, Guanajuato y tres ciudades de Estados Unidos de esta exposición y, finalmente, Felipe Calderón leyó un discurso donde presentó a Frida Kahlo como ''un ejemplo para vencer la adversidad", es decir: ''para que todo lo que impida el desarrollo del país lo dejemos atrás y salgamos adelante". Más que glosar la obra artística de Frida Kahlo, el Presidente insistió: ''hay que aprender ese ejemplo para vencer la adversidad". Dijo enseguida: "mi gobierno, en estos tres meses, ha apoyado más que nunca la cultura en México".
Antes de los discursos se escuchó el Himno Nacional.