Reconocen ''a un mito viviente de la música popular y faro de una generación''
Confieren a Bob Dylan el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2007
La voz del compositor y poeta estadunidense enarbola ''el sueño de cambiar al mundo''
Su obra crea escuela y forja la educación sentimental de millones de personas: el jurado
Ampliar la imagen El cantante, compositor y poeta estadunidense Bob Dylan, en 2006, durante su participación en el Festival de Jazz y Patrimonio de Nueva Orléans Foto: Ap
Madrid, 13 de junio. El compositor y poeta estadunidense Bob Dylan fue galardonado hoy con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2007, como reconocimiento a un ''mito viviente en la historia de la música popular y faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo".
El célebre músico inició su trayectoria artística a principios de los años 60 del siglo pasado, con incursiones en el género del folk de marcado contenido social, en las que enarbolaba los ideales de paz y libertad.
Robert Allen Zimmerman, el nombre original de Bob Dylan, nació en 1941 en una pequeña localidad de Minessota, en el seno de una familia de emigrantes judíos, dedicados al comercio.
Con tan sólo 20 años empezó su carrera musical y se aproximó a los movimientos artísticos y sociales emergentes en aquella época, surgidos bajo la bandera de paz y el antibelicismo, entonces muy en boga ante la guerra de Vietnam.
El jurado del prestigioso galardón decidió reconocer a Dylan por encima de otras candidaturas, como la de la pianista Maria Joao Pires o los arquitectos Frank Gehry y Rafael Moneo.
Reflejo fiel del espíritu de una época
En el acta oficial del jurado, difundida desde Oviedo, capital de Asturias, se enuncia que Dylan es un ''mito viviente en la historia de la música popular y faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo. Austero en las formas y profundo en los mensajes, Dylan conjuga la canción y la poesía en una obra que crea escuela y determina la educación sentimental de muchos millones de personas. Por ello mismo, es fiel reflejo del espíritu de una época que busca respuestas en el viento para los deseos que habitan en el corazón de los seres humanos".
Dylan, como voz de una generación que ''tuvo el sueño de cambiar el mundo", es un músico culto, devoto del poeta Dylan Thomas, de quien adoptó su nombre artístico, quien además de componer e instrumentalizar sus propias creaciones también ha publicado libros de poesía. Esto explica que el cantautor estadunidense haya sido en varias ocasiones candidato al Nobel de Literatura.
Algunas de sus canciones han traspasado su propia época y de la generación de sus coetáneos, como Knocking on heaven's door, Like a rolling stone y Forever young, entre otras. Su nuevo disco, Modern Times, lo presentó en agosto de 2006 y se ha convertido en uno de los más vendidos en Estados Unidos, donde tiene la mayoría de sus adeptos.
En 1963, Bob Dylan editó uno de sus discos más emblemáticos, The frewheelin, en el que se incluía otra de sus canciones más conocidas, Blowing in the wind, que a los pocos meses de su difusión se convirtió en un himno para su generación, gracias a la cual se comenzó a construir el mito de Bob Dylan, que por aquella época únicamente acompañaba su voz con una guitarra acústica.
Unos años después da un giro en su estilo musical y, con la publicación de su libro Bringing it all back home, introduce sonidos electrónicos y cuida más la posproducción de sus discos. En aquella época, durante un viaje a Londres, conoció a los integrantes de los Beatles, a quienes les influyó musicalmente y les habría introducido en el consumo de la mariguana y de sustancias sicotrópicas muy utilizadas por aquella generación, como el LSD.
Compromiso social y denuncia política
En los años 70, Bob Dylan editó varios discos, pero uno de los más relevantes fue Hurricane, en el que retomó sus letras de contenido social y denuncia política, con temas que criticaban el racismo lacerante de su país, como se demuestra en la canción dedicada al boxeador negro Huracán Carter.
A principios de los años 80, Dylan, quien creció en el seno de una familia judía, se transformó al cristianismo, lo que le inspiró a introducir variaciones en su música, en parte por la influencia del gospel y las letras de carácter místico.
Después de un infarto que sufrió en 1997 y que lo obligó a permanecer hospitalizado varias semanas, Dylan reapareció en un concierto ante el papa Juan Pablo II, lo que desató las críticas de algunos de sus seguidores.
El Príncipe de Asturias de las Artes está dotado de 50 mil euros y una escultura creada por Joan Miró. En anteriores versiones, ha sido conferido a figuras como Krzysztof Penderecki, Barbara Hendricks, Santiago Calatrava, Sebastião Salgado, Fernando Fernán Gómez y Roberto Matta.
Además del galardón a Bob Dylan, sólo se ha dado a conocer el de Cooperación Internacional otorgado al también estadunidense Al Gore, por su labor para combatir el cambio climático.