México, no apto para sembrar maíz transgénico
En México ya se hicieron pruebas experimentales de maíz transgénico durante la década pasada y quedó demostrado que el cultivo comercial era un riesgo para el país, considerado centro de origen de la semilla, por lo cual se decretó la moratoria en 1998. Frente a esto el gobierno federal ya no tendría que dar más autorizaciones, como demandan las empresas trasnacionales, señaló Antonio Serratos, investigador de El Colegio de México.
Las empresas Monsanto y Pionner se mantienen a la espera desde diciembre pasado de que se autoricen los cultivos experimentales de maíz transgénico en campos del Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), con la intención de impulsar después el cultivo comercial del grano en el país, el cual es centro de origen de este alimento.
Serratos recordó que desde 1995, cuando existía el Comité de Bioseguridad Agrícola, del cual formó parte, "se han venido haciendo pruebas experimentales y se tienen muchos datos. Por esa información que teníamos fue que varios propusimos que se hiciera la moratoria. La información indicaba que a nivel experimental sí podía haber un control, pero si esto se extrapolaba a la situación real del campo mexicano iba a ser una cuestión incontrolable".
En entrevista detalló que fueron las propias empresas productoras de transgénicos, como Monsanto y Asgrow, las que hicieron pruebas de campo y en sus reportes indicaron que a nivel experimental se podía controlar una hectárea. Pero "hay una serie de elementos que influyen para deducir que el problema de la dispersión de maíz transgénico es mayor de lo que en realidad se ha querido reconocer. Hasta el momento ningún gobierno estatal o el federal han promovido un muestreo y monitoreo de los cultivos de maíz".
Sostuvo que desde 1996, cuando en el mundo se liberó comercialmente la primera variedad de maíz transgénico, las empresas han intentado introducir este producto en México.