Usted está aquí: miércoles 13 de junio de 2007 Opinión Gurrola y Hamlet

Javier Aranda Luna

Gurrola y Hamlet

En 2005 entrevisté para la televisión a Juan José Gurrola, Sabina Berman y al actor Nicolás Núñez a propósito de Shakespeare. Naturalmente, también tocamos la puesta en escena de Hamlet hecha por Gurrola. Recojo parte de las palabras que dijo entonces este dramaturgo que, de haberse quedado a vivir en Nueva York, tendría un culto semejante al que se profesa a Warhol en nuestro propio país.

-El doctor Johnson escribió que Shakespeare no era autor de una época sino de todas. ¿Es cierto?

-Indudablemente y además yo creo que Hamlet se sale de Shakespeare: Hamlet esta fuera de Shakespeare. Se sale de todas las obras que escribió, aunque de muchas maneras la presagien. Hamlet sólo puede compararse con Don Quijote, de Cervantes o con el Ulises de Joyce. Es una obra sui generis. Es como un huevo que cae encima de todas sus obras. Es como un prisma que se abre. La puedes ver como a la teoría cuántica, por muchos lados, y no tiene solución. Podrá decirse que es un fracaso total, pero filosóficamente nos enfrenta a una nueva lógica de hacer teatro fuera de él.

''Es interesante saber que cuando la compañía de teatro del Globo se viene abajo, Shakespeare se tiene que enfrentar a la piratería de los actores y del mismo jefe de foro, quien vende su obra a unos editores. En esa soledad, Shakespeare se acerca a un editor para hacer un arreglo y le propone escribir el 'verdadero' Hamlet. Fuera del teatro del Globo escribe los 4 mil versos de Hamlet que se convirtieron en la contraparte de todas sus obras.

''Shakespeare estaba harto del ser humano; harto de los celos de Otelo, harto del chupón de Romeo y Julieta, harto del ansia del poder de Macbeth y hace una obra en la que todo se contradice. Hamlet es una contradicción de contradicciones. Es una obra muy importante.

''Cuando la traduje, cada vez que me adentraba en un texto, me pareció uno de esos microscopios atómicos con los que a medida en que uno se adentra más en el asunto todo se abre y se abre y se abre más. Eso es lo que tienen las obras de Shakespeare en general y muy marcadamente Hamlet: un universo que no termina de abrirse. Por eso su profundidad tampoco termina. Ese es el genio de Hamlet, el genio de Shakespeare.''

-¿Por qué lo tradujo? ¿No le bastaron las traducciones que existen?

-No me propuse traducir a Hamlet así porque sí para engolar la voz. Primero me crucé con un libro de John Updike que se llama Gertrudis y Claudio, que habla de la fantasía que tuvieron de niños el rey asesino y la reina, y después ya entra en la solución de Hamlet. Luego me encontré con otro libro: Hamlet y los piratas... Paralelamente hubo unos asombrosos hallazgos de la obra misma, como en la escena de la madre donde él dice: has ofendido demasiado a mi padre y ella le contesta: has ofendido demasiado a tu padre. Y entonces empieza una lucha en la que le dice tú has ofendido y eres una ramera, eres el horror que brinca sobre las camas y cuando le dice a su madre ''adiós, buenas noches madre, no te metas a la cama, cálmela", Hamlet se regresa y le dice que un día a la vez, poco a poco y después le agrega un ''sedúcelo hasta que te diga mi ratoncita".

''Esas cosas empezaron a abrirse y fue cuando me pregunté vamos a ver de qué se trata. Empecé a traducir los momentos más importantes y luego las otras partes.

''También hice el intento de usar otras traducciones, como las argentinas y las españolas, pero no nos quedan. Son como trajes que no son para nosotros, porque hablamos otro castellano, el que nace de El Ateneo de la Juventud, de Alfonso Reyes, de Henríquez Ureña, de Sabina Berman y de los escritores que han permitido que podamos traducir Asesinato en la catedral y Hamlet a un español neutro. Ese es uno de los grandes logros del teatro mexicano.

''Uno sabe, como gente de teatro, cuánto significa teatralmente una línea: 'Ser o no ser' o 'Allí está el detalle'. Hamlet es cantinflesco, es alburero a morir. Comparé mi traducción -revisada por Raúl Falcó- con varias y sacamos un producto que si no era una bofetada, sí era una defensa contra los traductores que se creen Shakespeare y que hacen una especie de brinco poético garigoleado para caer siempre de cabeza al terminar el verso. Algunas traducciones como la de Madariaga tienen buenas intenciones, pero quieren ser poetas y no hombres de teatro. Saber dónde se cuece una línea desde el lado teatral, de cómo será referencia en el tercer acto por ejemplo, hace que la traducción cambie. Yo traduzco: 'to be or not to be' así: ser o no. Esa es la gran diferencia.

''La traducción de Hamlet sirvió para que la juventud la pasara muy bien. Deploro que todos esos escritores e intelectuales que andan repartiendo sus 'cartas credenciales' no hayan ido a ver esta puesta en escena, porque verían algo que realmente los disminuiría, los haría pequeños. Si llegaran a ver mi puesta en escena yo creo que se suicidan. Hamlet es un thriller, una obra policiaca que no destila poesía o filosofía sofocleana. Nos presenta gente real que era y es sangre con sangre, amor con amor, conjunción con conjunción como ahora somos los que estamos aquí, en La Casa del Lago.''

 
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