Usted está aquí: miércoles 13 de junio de 2007 Economía Lanza Hacienda plan de apoyo para productores de maíz y frijol

El Fonamu otorgará créditos hasta por $6 mil millones con bajos intereses: Sagarpa

Lanza Hacienda plan de apoyo para productores de maíz y frijol

Los objetivos son frenar el alza desmedida de los insumos, incrementar la productividad y eliminar agiotistas

El esquema beneficiará a pequeños agricultores dedicados a esos cultivos

ANTONIO CASTELLANOS

Ampliar la imagen El titular de la Sagarpa, Alberto Cárdenas; el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y el presidente de los banqueros, Enrique Castillo, ayer en Palacio Nacional El titular de la Sagarpa, Alberto Cárdenas; el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y el presidente de los banqueros, Enrique Castillo, ayer en Palacio Nacional Foto: Guillermo Sologuren

El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, puso en marcha ayer el Fondo Nacional Mutualista de Productos de Maíz y Frijol (Fonamu), que permitirá otorgar créditos bancarios hasta por 6 mil millones de pesos en los dos próximos ciclos agrícolas.

Durante la reunión en el salón Panamericano de Palacio Nacional, el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, afirmó que la tasa de interés oscilará entre 8.7 y 12 por ciento anualizada, similar a la de los socios de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Con esta medida se intenta frenar el alza desmedida de los insumos que utilizan los productores, recalcó.

El objetivo es incrementar la productividad y eliminar a los agiotistas a través de este programa en el que participarán el Banco de México, la Asociación de Bancos de México y los productores.

Carstens manifestó que el sector agropecuario es prioridad estratégica para México, toda vez que aporta 14 por ciento del empleo nacional y tiene un innegable impacto social a través de la producción de alimentos y de materias primas indispensables para la actividad económica.

Destacó que el gobierno federal tiene el compromiso de contribuir al desarrollo de los productores rurales medios y bajos, el cual se reflejó en el incremento real de 10 por ciento de los recursos para actividades productivas en el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Sustentable, contenido en el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año.

El secretario de Hacienda informó que entre 2000 y 2006, el crédito de la banca de desarrollo al sector agropecuario creció a una tasa promedio anual de 10.9 por ciento. El Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), del Banco de México, incrementó la colocación de crédito en 12.1 por ciento. A su vez, Financiera Rural, desde su creación en 2003, ha logrado un crecimiento de 10.7 por ciento en su cartera, y la actual administración se ha propuesto intensificar ese esfuerzo.

Por ello el nuevo esquema de financiamiento para productores de maíz y frijol, en el que participa la Secretaría de Agricultura a través del Fideicomiso de Riesgo Compartido, la secretaría de Hacienda y el Banco de México a través del FIRA, así como la banca comercial y los productores agropecuarios, beneficiará a los pequeños productores que cultiven esos alimentos en superficies de 10 hectáreas o menores.

Carstens explicó que a través del Fonamu se multiplicará por diez el potencial de los recursos presupuestarios destinados a su apoyo, se conseguirán créditos a tasas sensiblemente más bajas y habrá menos requisitos de garantía, que harán más ágil la operación de los créditos. Así, la banca de desarrollo facilitará concretar proyectos rentables para superar la pobreza.

El funcionario afirmó que el nuevo esquema financiero tiene el potencial de hacer llegar a mediano plazo el financiamiento a un millón de hectáreas, que se consideran comercialmente viables para la siembra de maíz, y a 120 mil hectáreas de frijol igualmente rentables.

Por su parte, el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, sostuvo que la dependencia a su cargo buscará frenar cualquier alza desmedida de los insumos como fertilizantes, insecticidas, herbicidas, equipos, maquinaria, semillas, entre otros, con el fin de que al productor rural le lleguen a los precios más bajos posibles.

Consideró que uno de esos costos que históricamente es caro para el sector agropecuario sin duda es el financiero. Desde hace varios años la banca privada ''tocó retirada del campo'', vacío que fue cubierto, limitadamente, por instituciones públicas, cajas de ahorro buenas, regulares y malas, y en casos extremos por agiotistas. Por ello es importante que ahora se haga presente.

El costo de financiamiento de los países del TLCAN es de 5 a 12 por ciento anualizado, y en México llega a 90 por ciento. Con este nuevo esquema ''estaremos en la banda de los 8.7 y 12.7 por ciento, lo cual es un paso extraordinario. El nuevo esquema tiene el objetivo central de reducir los costos financieros para la producción de maíz y frijol'', subrayó.

A su vez, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Enrique Castillo Sánchez, manifestó que desde la pasada convención bancaria, el sector que representa hizo una serie de propuestas para potenciar los más de 65 mil millones de pesos que los bancos canalizan al agro.

La banca tiene el compromiso de triplicar este monto y alcanzar una cifra cercana a los 200 mil millones de pesos a finales de 2012. Una primera muestra de dicho trabajo conjunto es la creación de este esquema de financiamiento para los productores de maíz y frijol.

Este programa, dijo el dirigente de la ABM, es este esquema financiero producto del esfuerzo de todos los participantes, y que nos debe motivar a seguir trabando y encontrar esas áreas de oportunidad que impulsen no solamente a los productores de maíz y frijol, sino también a los que participan en el resto de las ramas de la producción agropecuaria.

Precisó que el impulso al desarrollo del campo no debe detenerse aquí, sino que existe una agenda de largo plazo como lograr una mejor calidad en la impartición de justicia en las zonas rurales. ''Debemos modernizar los registros públicos de la propiedad y del comercio en estas zonas, y analizar la factibilidad de impulsar los registros públicos de la propiedad rural'', concluyó.

 
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