El atleta de alto rendimiento es oriundo de Xochimilco
Toro Soriano desea trascender como gran canoísta mundial
Cuenta con becas, pero aun así trabaja ocasionalmente como trajinero
Ampliar la imagen Gilberto Soriano sigue la tradición de grandes canoístas originarios de Xochimilco Foto: Carlos Ramos Mamahua
Las generaciones de canoístas originarias de Xochimilco siguen latentes en el alto rendimiento y la encomienda recae ahora en Gilberto Soriano Sánchez, seleccionado a sus primeros Juegos Panamericanos, quien dedica la mayor parte del tiempo al entrenamiento y en sus ratos libres conduce una trajinera para allegarse recursos y mantener a su familia, que vive en el barrio de Nativitas.
Un kayac amarillo, bajo el techo de láminas de una humilde chinampa rodeada de flores que cuelgan como campanas rosas y amarillas, sobresale en el canal 27. "Esta es mi casa'', señala con el índice extendido el apodado Toro, de 23 años, mientras sus fuertes y musculosos brazos aferrados cual pinzas de acero manejan con destreza el remo, habilidad aprendida desde pequeño, durante el paseo que ofrece a La Jornada.
"Es que lo traigo en la sangre'', dice con una sonrisa, ya que su padre, Gilberto Soriano Ramírez, quien es plomero, compitió en los Juegos Olímpicos de Munich 72 cuando tenía 26 años y siempre le inculcó el amor y respeto hacia el canotaje, para mantener la cultura y tradición de los xochimilcas que "somos buenos remeros''.
A los 15 años, el Toro Soriano destacó con un séptimo lugar mundial en Croacia 1999, haciendo pareja con Fidencio Santana, en el C-2 a 200 metros, entre 45 países.
En 2001, con otro xochimilca, el olímpico Juan Martínez, ocupó el cuarto lugar en la Copa del Mundo en Sevilla en la misma prueba, pero meses después un lamentable accidente con su trajinera lo dejó fuera del clasificatorio para la justa veraniega de Atenas 2004.
Al momento de sujetar la pala, el deportista tropezó y su mano derecha rozó con el filo de la lámina de la embarcación. Le reconstruyeron tendones en la muñeca y durante ocho meses tuvo una férula en el brazo.
El regreso tras una lesión
Tomó la decisión más difícil de su vida deportiva y se retiró desanimado, porque pensaba que no volvería más al canotaje.
Como tenía visa de deportista se fue a Estados Unidos para trabajar durante un año como carpintero en Kentucky. Aprovechó el tiempo para terminar sus estudios de diseño gráfico, conoció a Dulce, quien tendrá a su primogénito el próximo mes, cuando él esté participando en la justa brasileña.
-¿Qué te hizo retornar al canotaje?
-El hambre de triunfo y la necesidad de ser alguien en la vida. Regresé porque quiero darle resultados (deportivos) a México, para ser tomado en cuenta y porque mi amor hacia el canotaje es una tradición de mi pueblo que debe sentirse orgulloso de tener canoístas como nosotros.
"Remé con Juanito y con Antonio Romero, que ahora es mi entrenador, y tengo el compromiso de remar con el campeón mundial José Everardo Cristóbal Quirino, en el C-2 a 500 metros.
"Hace un año gané la medalla de bronce con Emilio Quirino en el Campeonato Panamericano que se realizó en Cuemanco y eso me motivó para seguir entrenando más, porque un canoísta hace dos sesiones diarias de entrenamiento (mañana y tarde) de ocho horas; debes ser muy disciplinado, pero sobre todo el gusto por remar.''
Aunque es la primera ocasión que Gilberto y José Everardo remarán juntos en una competencia internacional, las expectativas son grandes para esta dupla en la cita continental, en la cual se apuesta una de las seis medallas que obtendrá su disciplina en canoa y kayac con la selección de 13 elementos (cinco mujeres y ocho varones).
"Claro que sí se puede y ojalá se logre la medalla de oro si realizamos una buena estrategia, porque sería histórico'', comenta el deportista ante el desafío que encararán contra los cubanos Karel Aguilar y Serguei Torres, subcampeones olímpicos y monarcas mundiales.
Desea emular a su padre
Para el xochimilca sería un aliciente regresar con una presea, ya que eso le permitiría clasificarse al Campeonato Mundial de Alemania, en agosto, porque su mayor ilusión es emular a su padre para estar en la justa olímpica de Pekín 2008.
El canoísta se muestra agradecido por el apoyo que le ha dado Octavio Morales, presidente de la Federación Mexicana de Canotaje, para ser becado con 3 mil pesos mensuales en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, porque en la Delegación Xochimilco y el Instituto del Deporte del Distrito Federal sólo recibió negativas.
Y como la gran mayoría de los atletas de alto nivel que deben emigrar a otras entidades que les ofrecen becas, Gilberto Soriano no tuvo más alternativa que representar este año al deporte del estado de México, que le da una ayuda de mil 500 pesos al mes.
El Toro refiere que pese a las becas recibidas debe eventualmente trabajar en los canales de Xochimilco, cuyas mejores temporadas comienzan en octubre por los festejos locales, época en la cual puede ganarse en una noche hasta bien entrada la madrugada más de 600 pesos.
La cifra se incrementa los fines de semana por la gran afluencia de visitantes que además de pasear en "la Venecia mexicana'' gustan de tomarse una cerveza, comer, escuchar en vivo mariachis, música norteña o de cualquier otro género.