Joselito Adame lleva 11 orejas en siete tardes
A lo largo de 2007, la fiesta brava en España fue un negocio valuado en mil 400 millones de euros, o 21 mil millones de pesos, considerando en esa cifra astronómica todo lo que ganaron toreros, ganaderos, empresarios, empleados al servicio de ellos, personal de servicio en las plazas, pero también los sectores turísticos beneficiados por la derrama de quienes viajaron desde todo el mundo al reino de Juan Carlos I para asistir a las ferias de Sevilla, Madrid y Donostia (San Sebastián), procedentes en su gran mayoría de los países latinoamericanos.
Es difícil que alguien pueda calcular cuánto dinero movió, por su parte, la fiesta brava en México, una actividad planeada estrictamente para generar pérdidas a efecto de reducir impuestos de negocios exitosos pero de otra índole, o sin más para lavar utilidades de obvia procedencia. Por eso, mientras la prensa ibérica publica en estos momentos entrevistas y reportajes exhaustivos sobre los triunfadores de San Isidro o la inminente reaparición de José Tomás, aquí nadie se acuerda siquiera del niño prodigio de Aguascalientes que sigue triunfando en Europa y que ya puede considerarse como un nuevo as de la baraja taurina del otro lado del charco.
En efecto, el novillero Joselito Adame, que debutó en la Plaza México el 30 de abril de 2002 a la edad de 13 años, vive allende el mar desde 2005 y tiene en su haber una impresionante cosecha de orejas, rabos y salidas a hombros. En lo que va de 2007 no ha bajado el ritmo. Toreó reses de Pérez Tabernero en Las Ventas el pasado 25 de marzo y fue sacado al tercio tras la muerte de su primero y despedido con respetuoso silencio luego de estoquear a su segundo en una tarde de mansos imposibles.
En cambio, la mañana del 7 de abril cortó dos orejas en la imponente arena oval de Arles, Francia. Repitió la dosis el 15 de abril en Garlin, también en la nación gala. Otras dos orejas premiaron su labor el 22 del mismo mes en la plaza ecuatoriana de Riobamba, para volver de inmediato a España y triunfar en la localidad catalana de Saint Martin de Crau, cortando otro par de apéndices auditivos el 28. Luego de un merecido descanso se desplaza hasta Andalucía y corta otra oreja en Córdoba, el 22 de mayo, para subir otra vez a Francia y salir a hombros del coso de Vic-Fézensac portando otros dos trofeos.
En resumidas cuentas estamos hablando de siete festejos y 11 orejas, lo que se dice pronto pero arroja un promedio digno de admiración y que refrenda los espléndidos resultados del año anterior. Según las estadísticas disponibles, durante 2006 Joselito Adame hizo el paseíllo en 28 festejos en España, Francia y Ecuador, de los que se llevó 44 orejas y un rabo. Y no podemos olvidar que el muchacho nació apenas el 22 de marzo de 1989, por lo cual tiene ya 18 años cumplidos y parece estar listo para entrar en una nueva etapa. Claro, tuvo la suerte de haber caído de pie en un país donde los empresarios taurinos tratan de ganar dinero, a diferencia de nuestros gángsters que prefieren perderlo porque así les conviene más.