"Patética", su actitud ante Condoleezza Rice y sus críticas a Cuba, dice el diario
Granma acusa al canciller español de tener "ínfulas de metrópoli colonial"
Primer tropiezo en la normalización de relaciones entre Madrid y La Habana
La Habana, 4 de junio. La normalización de relaciones entre Cuba y España, acordada hace dos meses, tuvo hoy su primer tropiezo, cuando el diario oficial Granma criticó agriamente al canciller español, Miguel Angel Moratinos, a quien le atribuyó haber adoptado ante la secretaria de Estado estadunidense, Condolezza Rice, una "actitud patética", con "ínfulas de metrópoli colonial".
Aunque el comentario dirigió sus baterías contra Rice, en una línea previsible, también lanzó dardos contra Moratinos, quien en abril pasado acordó aquí con el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, un mecanismo de diálogo político, que incluye un apartado sobre derechos humanos.
En el comentario, titulado "Condolezza humilla a España y ataca a Cuba", Granma subrayó que Moratinos habló de una normalización de relaciones entre Washington y Madrid, pero que Rice dejó pasar esa declaración, sin apoyarla.
El diario dijo que la explicación de Moratinos sobre su política hacia América Latina tuvo "ínfulas de metrópoli colonial". Añadió que el desglose del canciller español sobre su posición respecto de Cuba, como complementaria de la estadunidense, resultó "patética".
La rispidez del comentario contrasta con el clima que parecía haber surgido entre Cuba y España, primero con el viaje de Moratinos y luego con la primera sesión de trabajo bilateral sobre derechos humanos, la semana pasada, que concluyó con un comunicado conjunto en el cual se reportó un ambiente "cordial, franco y constructivo".
El gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero mantiene la línea de dialogar con la directiva cubana y no de presionarla, por lo cual enfrenta críticas de la oposición conservadora, de algunos de sus socios en la Unión Europea, como Polonia y la República Checa, y de Estados Unidos.
Washington persiste en mantener una política de hostilidad hacia la isla, como refrendó Rice en su visita a España, que "el pueblo cubano rechaza", dijo Granma.