Intercambio de acusaciones en Asamblea de la OEA
Pide Rice investigar la salida del aire de RCTV; rechazo de Venezuela
Panamá, 4 de junio. Estados Unidos y Venezuela intercambiaron acusaciones hoy durante la 37 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando la secretaria de Estado Condoleezza Rice pidió enviar una misión a Caracas para investigar la salida del aire de la televisora privada Radio Caracas Televisión (RCTV), y el canciller venezolano, Nicolás Maduro, denunció el "intervencionismo inaceptable" de Washington.
"Cuando se empieza a cerrar estaciones de televisión porque expresan oposición a las autoridades, eso es de hecho una fuerte medida contra la democracia", sostuvo Rice a bordo del avión que la transportó a la cita de la OEA en Panamá.
Una hora después de llegar a la nación centroamericana, Rice hizo uso de la palabra en asamblea general y pidió que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, viaje a Venezuela para elaborar un informe sobre la decisión del gobierno de Hugo Chávez de no renovar la concesión de RCTV.
"Instamos al secretario general a viajar a Venezuela para consultar, de buena fe, a todas las partes interesadas y presentar un informe completo a los cancilleres mediante el Consejo Permanente" de la OEA, declaró Rice.
Acto seguido, Maduro afirmó que "la intervención de la representante de Estados Unidos constituye un intervencionismo inaceptable en los asuntos internos de una república democrática, soberana. Lo rechazamos. Venezuela pide respeto, exige respeto a su soberanía", insistió Maduro.
"Tendría la OEA que hacer una comisión especial para estudiar la violación diaria de derechos humanos en las fronteras" del sur de Estados Unidos, espetó el canciller venezolano al denunciar "el muro de la indignidad" que Washington construye en su límite con México como un "monumento a la violación de los derechos humanos".
"¿Cuántos presos tienen en Guantánamo, dónde los secuestraron?", preguntó al recordar las denuncias de violaciones a los derechos humanos de la que es objeto esa prisión donde se mantiene a prisioneros de su "guerra contra el terrorismo".
Además, el funcionario venezolano pidió "una nueva OEA sobre la base de una relación igualitaria".
La respuesta de Rice no se hizo esperar.
"En cualquier asunto, estoy segura de que será difícil para cualquier comisión debatir, investigar y criticar más las políticas de Estados Unidos, de lo que se hace cada noche en CNN, ABC, CBS, NBC y en varios canales estadunidenses más pequeños", respondió la jefa de la diplomacia estadunidense.
"Esto es democracia, que los ciudadanos de un país tengan la garantía de que las políticas de su gobierno pueden ser sometidas a la crítica de una prensa libre e independiente, sin interferencias del gobierno", afirmó.
Acto seguido, Rice abandonó la sala, sin escuchar la respuesta de Maduro, quien afirmó que la situación de las cárceles clandestinas de Estados Unidos, donde hay presos "sin nombre y sin rostro" es "monstruosa, sólo comparable con la época de Hitler".
Además, pidió que se deje entrar en esos centros a las cámaras de la nueva "televisora social" venezolana, Tves, que transmite por la frecuencia que utilizaba RCTV.
Por su parte, el vicecanciller venezolano, Vladimir Villegas, defendió la decisión de su gobierno de no renovar la concesión a RCTV y sostuvo que otra cadena venezolana de línea editorial opositora, Globovisión, "manipula la información", en declaraciones a periodistas al margen de la asamblea general de la OEA.
El dilema es "entre libertad de expresión o concesión indefinida", al reiterar que esa cadena apoyó el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 contra Chávez.
Cuando se le preguntó si Globovisión podría correr la misma suerte que RCTV, el ministro contestó: "Eso depende de ellos, al tiempo que insistió en la denuncia hecha la semana por Chávez en el sentido de que esa cadena manipula la información.
En Panamá, los medios de información decidieron protestar por la decisión de Chávez, y los principales diarios sacaron una página en negro con la inscripción "Sin expresión, no hay libertad". Las radios y cadenas de televisión privadas salieron del aire durante 30 segundos, por la mañana.
En tanto, el canciller brasileño Celso Amorim dijo que Chávez reconoció haber creado malestar en las relaciones bilaterales a causa de sus declaraciones sobre el Congreso de Brasil, aunque trató de justificarlas, informó la estatal Agencia Brasil.
Amorim -quien se encuentra en India en una gira con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva- informó que Chávez y Maduro llamaron por teléfono el fin de semana al embajador brasileño en Caracas y consideró que el mandatario "de cierta manera generó cierta molestia. Pero al mismo tiempo (Chávez) trató de justificar" sus declaraciones.
En este sentido, Lula aseguró en una entrevista difundida por la cadena BBC que Chávez es un socio de Brasil y que no representa un peligro para América Latina.
Al ser interrogado sobre la situación de RCTV, Lula reiteró su posición: "Yo no opino sobre las políticas internas de ningún país".
A su vez, Chávez fustigó a los estudiantes que manifiestan cotidianamente en Caracas desde el fin de la concesión a RCTV, a los que calificó de "peones del imperio", al recibir al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la noche del domingo en el palacio de Miraflores.
Durante una conferencia que fue trasmitida en cadena nacional, Chávez denunció que se trata de "un golpe suave", como los ocurridos en Ucrania y Georgia, y que detrás está la estadunidense Albert Einstein Institution. Pero "los volveremos a derrotar", añadió.
Ortega, por su parte, brindó su apoyo al presidente Hugo Chávez por no renovar la concesión a Radio Caracas Televisión, que calificó como "un hecho rutinario".