Acuerdos vinculantes, no voluntarios, entre países de la ONU, plantea Alemania

Voluntad política o tecnología, el debate sobre cambio climático

Europa, decidida a reducir antes de 2020 hasta 30% de sus emisiones de gases de efecto invernadero

Heiligendamm será escenario del estira y afloja entre EU y otros miembros del G-8

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Berlín, 3 de junio. La posibilidad de revertir el cambio climático, un proceso que de no detenerse puede provocar una pérdida de riqueza de 8.8 billones de dólares -10 veces el valor de la economía de un país como México- es un tema de voluntad política, antes que de oferta tecnológica o disposición de recursos. Este es el punto en que se encuentran atoradas las pláticas para reducir la emisión de contaminantes en el planeta.

El esfuerzo por sacar la discusión del atolladero es uno de los objetivos de Alemania, el país anfitrión de la cumbre del Grupo de los 8 (G-8) países más industrializados, que se realizará a partir del miércoles, y que este año contará también con la asistencia de las cinco mayores naciones en desarrollo del mundo, entre ellas México.

Los acuerdos para abatir la emisión de contaminantes tienen que ser vinculantes para todas los países que pertenecen a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), propuso aquí el diputado alemán Michael Kauck, quien oficia de anfitrión de un encuentro de más de un centenar de legisladores de 13 países, productores de 80 por ciento de los gases de efecto invernadero que se generan anualmente, reunidos en el Bundestag, la sede del Parlamento alemán, para una reunión de dos días previa a la cumbre del G-8.

El planteamiento con que comenzó a trabajar el foro de legisladores, un encuentro de alto nivel al que asistió el premier británico Tony Blair, y que recibió mensajes por video de la presidenta alemana Angela Merkel, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, no es un mero enunciado. El punto es que el mayor acuerdo alcanzado hasta ahora para reducir la emisión de contaminantes, el Protocolo de Kyoto, no fue ratificado por Estados Unidos, el principal emisor de bióxido de carbono del mundo. De hecho, los trabajos previos a la cumbre que comienza el miércoles en el balneario alemán de Heiligendamm, a orillas del Mar Báltico, será el escenario de los tira y afloja entre Washington y otros miembros del G-8, cada uno con su propuesta.

George W. Bush, presidente de Estados Unidos, quien ha rechazado ratificar el Protocolo de Kyoto, se ha manifestado en dos ocasiones desde el jueves pasado sobre el cambio climático. Ha propuesto la creación de un ''nuevo marco global'' para combatir el calentamiento planetario, que sería emitido el próximo otoño, con lo que ha rechazado en la práctica la idea europea de reducir la emisión de gases de efecto invernadero (que provocan el calentamiento de la tierra y la alteración del clima y los ciclos naturales) a partir de un modelo basado en el uso de tecnología.

Dos visiones

El Grupo de los 8, formado por Estados Unidos, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Alemania y Rusia convocó a su cumbre anual de 2007 a los cinco países en desarrollo con mayor tamaño económico: China, India, Brasil, México y Sudáfrica, un conjunto conocido como G-8+5. Esas 13 naciones son responsables de 80 por ciento de los 29 billones (millones de millones) de toneladas métricas de bióxido de carbono que se emiten cada año a la atmósfera, un incremento de 20 por ciento respecto al nivel de 1990. Sólo Estados Unidos y la Unión Europea contribuyen con 60 por ciento del total de emisiones. Estados Unidos emite 22 por ciento del total.

Bajo los acuerdos del Protocolo de Kyoto, los países que lo han ratificado se comprometieron a cortar su nivel de emisiones de gases de efecto invernadero que tenían en 1990 en montos promedio de 5.2 por ciento entre 2008 y 2012. Según el Banco Mundial, la mayoría de los países industrializados no llegará a la meta. Estados Unidos no ha firmado el protocolo.

Un tema que está a discusión, y hoy fue puesto sobre la mesa por la presidenta Merkel, quien a la vez preside actualmente la Unión Europea, es la necesidad de hacer todavía más exigentes esas metas una vez que concluya el periodo regido por el Protocolo de Kyoto. ''La última información disponible nos obliga a reducir a la mitad el monto de emisiones de contaminantes de aquí a 2050, para evitar un calentamiento de 2 grados centígrados en el planeta. Europa está decidida a reducir antes de 2020 un 20 o 30 por ciento de sus emisiones, si otros países hacen una aportación comprometida'', dijo Merkel al foro de legisladores, al que asisten ocho diputados mexicanos, representantes de los principales partidos políticos.

En los últimos 100 años la temperatura del planeta se incrementó en 0.74 grados Celsius, y el deshielo provocó que el nivel promedio del mar subiera 17 centímetros. Si la tendencia actual se mantiene, entre 1980 y el fin del siglo XXI, la temperatura promedio de la Tierra aumentará de 1.8 a 4 grados Celsius y el nivel del mar se incrementará hasta 59 centímetros, lo que cubriría poblaciones enteras, según datos de la Agencia Suiza para el Desarrollo y Cooperación.

Naciones calificadas como en desarrollo, que en realidad son ya potencias económicas, como India o China, que no ha ratificado el Protocolo de Kyoto y produce 16 por ciento del total de dióxido de carbono del mundo, han manifestado algunas resistencias en estos temas. En este foro de legisladores se acepta que los compromisos medioambientales entrañan costos en dinero y en menor crecimiento, puntos importantes entre naciones con altas tasas de desempleo y problemas de desigualdad, como los cinco convocados a la cumbre del G-8.

La presidenta Merkel aludió hoy a ese debate y, al citar los casos de China, India, Brasil, México y Sudáfrica, dijo al foro de legisladores que ''nadie quiere que los cinco países renuncien a sus aspiraciones de desarrollo, sino que construyan una estrategia que permita crecimiento sin mayores emisiones de contaminantes. El éxito sólo se logrará con un trabajo común''.

También a ese punto se refirió el primer ministro japonés Shinzo Abe. En su mensaje, anticipó que en la cumbre del próximo miércoles con el G-8 dará a conocer acciones promovidas por su país para ''hacer compatible el desarrollo económico con el cuidado del ambiente''. Mencionó que Japón ofrecerá compartir su tecnología de protección del entorno y también pondrá a disposición de naciones en desarrollo nuevos mecanismos y fondos para financiar la adquisición de esos equipos.

El foro de legisladores de los 13 países (el G-8 más China, India, Brasil, México y Sudáfrica), que concluye este lunes, emitirá un comunicado sobre cambio climático. Uno de los puntos es buscar que los acuerdos adoptados en conferencias mundiales sean vinculantes y no voluntarios para los países, como dijo el parlamentario alemán Michael Kauch.

Un portavoz del foro de legisladores comentó hoy que la reunión del G8+5 del próximo miércoles debe abordar una ''ambiciosa agenda'' en torno al cambio climático, que incluya ''acciones claras para 2012 (cuando concluye el Protocolo de Kyoto) dirigidos a establecer metas de largo plazo para la reducción de gases de efecto invernadero, un programa de incentivos para la transferencia de tecnología a países en desarrollo y acciones para hacer que el desarrollo sea más resistente a los impactos del clima''.