Viven en Chimalhuacán pero los atienden en Texcoco
Derechohabientes del IMSS reciben consultas en baños de una clínica
Derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Chimalhuacán son atendidos en el área de baños de una Unidad de Medicina Familiar (UMF) de Texcoco.
En la zona de regaderas del centro de salud de Texcoco se adaptaron pequeñas clínicas, mientras que la administración se colocó donde correspondía a los quirófanos, debido a que hace dos años se hundió la unidad UMF-84, correspondiente a Chimalhuacán, la cual estaba presupuestada, pero ahora trabajadores y pacientes sólo reciben el argumento de que no hay dinero para llevar a cabo la reparación.
Ante ello, dirigentes sindicales y derechohabientes del Seguro Social de la zona oriente del estado de México realizaron ayer, frente a las oficinas centrales del IMSS, en avenida Reforma, una "manifestación del silencio", y señalaron que el próximo 25 de junio regresarán y realizarán un plantón indefinido.
Los manifestantes advirtieron que tomarán medidas más fuertes, ya que no pueden permitir que un área importante de la ciudad, como es Chimalhuacán, se quede sin una Unidad Médica Familiar para la numerosa derechohabiencia de la zona y, sobre todo, que no haya un "área de urgencias" del Seguro Social para esta región.
Denunciaron que quien requiere servicio médico debe trasladarse hasta la clínica 69 de Texcoco, la cual, ante la saturación, adaptó un área que tenía destinada a baños para que se den las consultas en pequeños módulos, donde se observan regaderas en los techos.
Es decir, improvisaron consultorios en un área que estaba abandonada y sin utilizar, pero que no corresponde para nada a un servicio de mediana calidad.
A la cabeza de la movilización, el secretario general de la sección 5 del estado de México del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Bulmaro Guerrero, explicó que hace dos años quedó inhabilitada la UMF de Chimalhuacán, ya que el edificio sufrió
un grave hundimiento que representaba un riesgo, por lo que fue desalojado.
A los derechohabientes, dijo, los canalizaron a Texcoco de manera provisional y la obra se presupuestó para el año pasado; incluso se hicieron dos estudios de mecánica del suelo por parte de universidades para ver si era factible volver a construirla. Se plantearon varias opciones para reponer la obra, la cual se estima que tendría un costo cercano a 94 millones de pesos, proceso que se llevó a cabo a mediados de 2006; sin embargo, en enero y febrero de este año autoridades del Seguro Social informaron que no se van a iniciar los trabajos.
Hizo ver que lo extraño es que mientras en el libro de obras presupuestadas sí aparece esta unidad, las autoridades dicen que no hay dinero. Derechohabientes y dirigentes sindicales exigen que se reponga la unidad de medicina familiar.