Críticas de EU, la derecha española y la UE al gobierno de Rodríguez Zapatero
Cuba y España inician hoy diálogo sobre derechos humanos en la isla
Madrid pedirá a La Habana permitir a la Cruz Roja visitar a opositores presos
La Habana, 28 de mayo. Cuba y España realizarán aquí esta semana un diálogo oficial sobre derechos humanos, el primero que sostiene la isla con un país de la Unión Europea (UE), en la aplicación de un polémico acuerdo alcanzado el mes pasado que plantea oportunidades y riesgos para las dos partes.
Las delegaciones estarán encabezadas por el vicecanciller cubano para Asuntos Multilaterales, Abelardo Moreno, y el director general de Política Exterior de España, Rafael Dezcallar, y sesionarán martes y miércoles.
En visita de trabajo a Washington, la semana pasada, la secretaria de Estado de España para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, informó que en la reunión de La Habana su país pedirá que la isla permita a la Cruz Roja visitar a opositores presos.
Hasta hoy no han trascendido otros puntos de discusión. El diálogo es parte de un mecanismo de consultas políticas, convenido el pasado 3 de abril, durante la visita a Cuba del canciller español Miguel Angel Moratinos, que normalizó las relaciones bilaterales luego de cuatro años de enfriamiento.
La fórmula facilita la discusión del delicado tema de los derechos humanos en una mesa compartimentada, que no contamina el resto de la agenda.
La gira de Moratinos y el acuerdo abrieron tres frentes de impugnación al gobierno español, provenientes del Partido Popular (PP), de algunos de sus socios en la UE, como la República Checa y de Estados Unidos.
En esencia, esas fuerzas reclaman al gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero que haya normalizado relaciones con Cuba sin obtener alguna reciprocidad de la isla vinculada con los opositores presos.
En el debate interno y en el comunitario, Moratinos ha pedido confianza en que la vía del diálogo con Cuba dará mejores resultados que la confrontación.
Jiménez visitó Estados Unidos en preparación de la gira oficial que hará por Madrid la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, el próximo jueves. Según reportes de prensa, la funcionaria española llevó a Washington el mensaje de que Madrid coincide en el propósito de alentar una apertura democrática en Cuba y mantiene presente la cuestión de los presos.
Aunque ese sólo es uno de los posibles temas de discusión, el entorno diplomático y la política interna española colocan a una posible excarcelación de opositores como una especie de prueba del ácido de la vía del diálogo con Cuba.
En fuentes diplomáticas que siguen de cerca este caso se considera poco probable que, por ejemplo, Cuba decida una significativa excarcelación de opositores como parte de su diálogo con España y más bien se espera que se presente como un gesto unilateral o aislado.
Pero si ocurriera de cualquier forma, sería útil para que Rodríguez Zapatero pudiera mostrar resultados que, dentro y fuera de España, fortalecerán su posición en la política hacia Cuba.
En ese escenario, según las fuentes, Madrid podría promover en la UE la eliminación definitiva del paquete de sanciones diplomáticas contra la isla, vigentes desde 2003, pero ahora congeladas, con lo cual se allanaría el camino de una negociación posterior entre La Habana y Bruselas.
Un tercer escalón para la diplomacia española sería encarar la derogación de la Posición Común, adoptada por la UE en 1996 y que condiciona las relaciones con Cuba a cambios en el régimen interno en la isla.
La caída de la Posición Común, herencia del antiguo gobierno del conservador José María Aznar, facilitaría a Cuba su rencuentro político con la Europa unificada, después de más de una década de enfriamiento y confrontaciones.
De acuerdo con ese análisis, y en un escenario distinto, una nula reacción de Cuba debilitaría a los españoles y el panorama se volvería incierto.