Entre sus integrantes, albañiles italianos comprometidos con las causas sociales
Bassotti: "No queremos ser músicos cualesquiera, sino luchar por el futuro"
"Nos quieren parar porque luchamos en la calle", afirman; mañana tocarán en Tlatelolco
Ampliar la imagen Los músicos romanos, durante su participación en la clausura del Festival Internacional de Culturas en Resistencia Ollin Kan, en el Zócalo capitalino, el 20 de mayo pasado Foto: Roberto García Ortiz
Para aquellos que gustan de un buen ska combativo, el domingo es ocasión para slamear en la Plaza de las Tres Culturas.
En los años 80, cuatro albañiles italianos se conocieron en las obras de Roma. Compartían las ganas de luchar por la justicia, la libertad y los derechos obreros. Realizaban trabajo sindical y participaban en brigadas de solidaridad con diversos pueblos. "Nos hemos conocido así: siempre peleando con los dueños de la obra en Italia y consiguiendo ayuda para Nicaragua, Palestina, el País Vasco o Chile", dijo a este diario el vocalista, Picchio, tras la presentación del grupo en el Zócalo capitalino, durante la clausura del festival Ollin Kan.
No eran músicos profesionales. Las canciones simplemente fueron saliendo en los parques y las calles, como parte de sus batallas políticas. "Eramos unos piratas: subíamos a un escenario, hacíamos un tema, y vámonos. Y la gente decía, '¿quiénes son estos?' 'Bassotti, Bassotti'." (Banda Bassotti es la traducción italiana de los Chicos Malos, de Disney.)
Ahora, varios de los integrantes siguen siendo albañiles ("estamos metidos en la puta mafia de la construcción... ¡todo es una mafia en Italia!") y continúan comprometidos con todo tipo de causas sociales (contra el racismo, por los pueblos del mundo, entre ellos Chiapas e Irak), a través de la cooperativa de la construcción 25 de Abril (día de la liberación italiana de las fuerzas alemanas, en 1945). También montaron su propio sello discográfico, Gridalo Forte.
"No queremos ser músicos de cualquier manera, sino luchar por los derechos de la gente, de todos nosotros, por el futuro de nuestros hijos", dijo Picchio.
Durante los años 70 y 80 "pasamos un momento particularmente malo, de represión policial y cultural, y también de drogas (heroína). De mi generación casi no queda ninguno. Cortaron la memoria y la cultura. Y siempre hay que intentar hacerlo otra vez. Al hacer política, no se sabe si te van a poner preso. Eso sigue ahora, con el gobierno de centro izquierda", siguió el cantante.
Casi todos los integrantes de Banda Bassotti han tenido problemas con la ley: "Uno está en la calle, en la lucha, en la plaza, en la huelga, y te quieren parar, pero es nuestra vida".
Banda Bassotti está por primera vez en México. Se presentó en la ciudad de México, en Guadalajara y mañana actuarán en Tlatelolco.
Picchio dijo que estaba sorprendido de que el público coreara las letras de sus canciones en italiano: "Creo que el Internet ha hecho trabajo. También hemos mandado muchos discos (a México), siempre por nuestro mundo revolucionario".
Además de las piezas del repertorio propio, en la Plaza de la Constitución también interpretaron -dedicada "a la cultura, a la resistencia del pueblo de México"- Carabina 30/30, en su particular estilo skasero, al cual le siguieron el ritmo desde señoras con sus hijos hasta chavos banda. Culminaron con la popular canción rebelde italiana Bella Ciao.
Banda Bassotti se presenta en la Plaza de las Tres Culturas el domingo 27, a las 18:05 horas. La entrada es libre.