Realizan temporada de El padre, obra de Strindberg, en el teatro Casa de la Paz

A escena las luchas de poder ''hasta el aniquilamiento'' de la pareja

Los cónyuges que no copulan, se pelean, dice la actriz Dobrina Cristeva

José Luis Moreno, director del montaje, subraya la vigencia de esa propuesta escénica del dramaturgo sueco

CARLOS PAUL

En realidad de lo que se trata en el fondo es de ''esa lucha de poder entendida como una lucha de sexos que se genera en el ámbito del matrimonio y que a ambos va destruyendo".

Esto es de manera sintética el tema de la obra El padre, escrita en 1887 por August Strindberg, expresa en entrevista la actriz Dobrina Cristeva, integrante del reparto.

''Aquí esa lucha refleja de alguna manera -como coloquialmente se dice- a ver quién se coge a quién".

En esos términos, añade Cristeva, ''las parejas que no cogen se pelean, además que en este caso surge la duda por parte del protagonista, de su paternidad, lo que provoca igual que dude de su virilidad".

Para José Luis Moreno, director del montaje, el texto de Strindberg, ''va mucho más allá de esa lucha de sexos. Implica también a una mujer que padece la maquinaria que ha echado a andar y que ya no puede detener, para competir de manera intelectual y emocional con su pareja, con el propósito de sentirse dueña de sí misma, lo que extiende al decidir que su hija, no asuma la misma actitud que ella como esposa".

Culpa y sufrimiento

August Strindberg ''además de plantearnos aquí que el matrimonio es un contrato de compra-venta, que por un lado te da derechos y que por otro te los quita, nos presenta a un personaje femenino muy inteligente, que es capaz del combate intelectual, que logra sus objetivos.

''Ella no es el estereotipo de la mujer malvada. No es esa mujer que elabora y aniquila al hombre y que encuentra gozo en ello. Mi punto de vista -explica Moreno- es que el personaje de Laura, sufre, padece esa maquinaria que ella misma ha echado a andar, lo que le acarrea una culpa y un sufrimiento, conforme se van sucediendo las cosas."

El por su parte, ''es un hombre feo aunque inseguro de su paternidad, resentido por el alejamiento físico de su esposa, sabe igual manipular las cosas, actitud de la que se intenta liberar su mujer".

Para Moreno, no hay duda sobre la vigencia de este texto, ''cuyo juicio sobre el conflicto de la pareja o el contrato matrimonial se basa en la crítica sobre la lucha de poder que se genera en su interior".

El padre, abunda, ''es la culminación de una convivencia de 18 años de frustración en la historia de ese matrimonio, cuyos personajes no expresan sus deseos ni sus emociones, y cuando no logran decirse, no hay forma de solucionar los problemas que se han generado. Su ego está por encima de todo, convirtiéndose en una lucha de poder hasta el aniquilamiento".

Este montaje, se apunta en el programa de mano, ''es el resultado de tres años de investigación con un grupo de actores formados en el estudio-taller de José Luis Moreno".

Depender sólo de la taquilla

''No tenemos ningún apoyo financiero. Estamos a taquilla", comenta Moreno. ''La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) nos proporcionó el espacio. Gentilmente los elementos escenográficos (un par de mamparas, un par de sillas, una mesa de centro, una mecedora y un sillón de dos plazas) fueron facilitados por la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes.

''El maestro Germán Castillo, de manera solidaria, nos asesoró en el trabajo de la escenografía e iluminación, y Bertha Romero nos apoyó en la confección del vestuario". Del trabajo de los actores, de acuerdo con su director, ''me complace ver cómo en cada función han ido mejorando".

Con la actuación de Gilberto Compain, Juan Manuel Pernas, Elías González, Alejandro Legarreta, Evelyn Solares, Sofía Espinosa, Dobrina Cristeva y José Luis Moreno, El padre se escenifica jueves y viernes a las 20 horas; sábados, a las 19 y domingos, a las 18 horas, en el Teatro Casa de la Paz, Cozumel 33, colonia Roma.