Apremian en foro de la UAM a definir una estrategia energética de largo plazo
Dispone el país de reservas petroleras para menos de 10 años, prevén expertos
Es urgente que México establezca los objetivos y defina la estrategia integral de política energética a largo plazo y que el gobierno federal destine mayores recursos a la exploración para incrementar el umbral de las reservas petroleras que a los niveles actuales de producción son menores a 10 años, insistieron Juan José Ambriz, Gerardo Bazán y Víctor Rodríguez Padilla, expertos en temas energéticos.
Durante el segundo foro Diálogos desde la UAM para discutir para construir, con el tema Autosuficiencia petrolera y mercado energético nacional, moderado por Javier Estrada, director general de la consultoría Analítica Energética, Gerardo Bazán Navarrete, asesor de asuntos energéticos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), aseguró que en México todavía existe un uso de la energía altamente ineficiente. Además, para producir la energía se consume 50 por ciento de ésta en los procesos productivos, como son el bombeo para mover el crudo, o el gas que se utiliza para la generación de electricidad y la que se usa para las refinerías, entre otros.
Consideró que es necesario que se construyan nuevas refinerías para abatir el déficit de refinados. Aseguró que la refinación es un buen negocio porque otorga un rendimiento que oscila entre uno y seis dólares por barril con un retorno de inversión de entre 15 y 17 por ciento.
Otro de los negocios abandonados y que también son altamente rentables es la petroquímica, que puede alcanzar un valor agregado de hasta 60 por ciento. Reconoció que pese a que este sector está totalmente abierto al capital privado no se invierte porque ni Petróleos Mexicanos (Pemex) ni la Secretaría de Hacienda dan garantías a los inversionistas para otorgarles un suministro seguro de materia prima.
Víctor Rodríguez Padilla, integrante del Centro de Investigación sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, alertó que la ciudad de México está al borde de un colapso en materia de suministro eléctrico, debido a que no se ha invertido en plantas pequeñas en el Valle de México que puedan sostener la creciente demanda de electricidad.
Por ello es necesario, dijo, liberar presupuesto para Luz y Fuerza del Centro debido a que estamos al límite de la capacidad para cubrir la demanda. Indicó que el 22 por ciento de la energía se pierde por mermas en el sistema de transporte. Explicó que entre más lejos están las fuentes generadoras de energía mayores son las pérdidas.
A este respecto, Juan José Ambriz, coordinador de Ingeniería en Energía en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)- Iztapalapa, aseveró que por ello se requiere que la generación eléctrica sea lo más cercana a su destino. Reiteró que es necesario que nuestro país trate de establecer los objetivos que se requieren en política energética.
Los especialistas reunidos en el auditorio de la rectoría de la UAM coincidieron en que en México se pagan tarifas eléctricas sumamente caras y se subsidia al sector agrícola, pero beneficiando a las grandes corporaciones agroindustriales. El costo de la electricidad es caro porque se utiliza el gas como insumo principal, energético que está referenciado a los precios del sur de Texas, el más alto del mundo.
Minimiza funcionario de la CFE retraso del proyecto La Parota
El "alto grado de incertidumbre social" es uno de los principales factores que determinan el desarrollo de la infraestructura eléctrica en el país, porque la oposición a ciertos proyectos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) obliga a que se difieran o de plano se cancelen, aseguró Benjamín Granados Domínguez, subdirector de Proyectos y Construcción del organismo.
No obstante, el funcionario minimizó, por ejemplo, que a tres años de haber sido anunciado el proyecto de La Parota, en el estado de Guerrero, ni siquiera se haya podido iniciar debido a la oposición de diversos grupos pues ponderó que la CFE tiene otros lugares donde puede generar electricidad.
Granados Domínguez fue entrevistado tras ser admitido en la Academia de Ingeniería, donde en la ponencia que presentó ante sus homólogos planteó que las dos principales variables que enfrenta el desarrollo de la infraestructura eléctrica son "el alto grado de incertidumbre en el comportamiento social donde se ubican los proyectos, derivado de las propias condiciones social del país. La respuesta social es fundamental, ya que en el caso de ser negativa, interfiere en forma sustantiva en el desarrollo del proyecto al grado de diferirlo o incluso cancelarlo".
El otro factor mencionado por el funcionario fue el de la temporalidad del personal eventual, que no tiene seguridad en su empleo, y en el que la CFE tiene que capacitar para cada proyecto que realiza, con el riesgo de perderlo.
Al reconocer que el aspecto social es un factor importante, el funcionario manifestó que la CFE siempre negocia con quienes se oponen y que "todos los problemas en La Parota, los tenemos en todos los proyectos del país, pero tenemos que resolverlos".
De cualquier manera, dijo que actualmente CFE cuenta con 512 proyectos, en igual número de sitios para desarrollar infraestructura hidroeléctrica. "La Parota no nos afecta porque tenemos una reserva de energía muy grande, no tenemos problema, pero es un proyecto bueno para los habitantes", dijo en entrevista.
Incluso aseguró que quienes se oponen al proyecto de La Parota "no son las gentes que están en los pueblos que van a ser inundados por el vaso, esos van a salir muy beneficiados. Yo digo que protestan los que sienten que no van a tener ningún beneficio y gente de fuera que no tiene nada que ver con La Parota y se nombran defensores de los intereses de ellos, pero no sé si conocen bien el proyecto, el grado de marginación en que vive la gente de ahí y lo que significa que se haga el proyecto".