Descartan que IP se quede con banco de germoplasma
La creación de un banco de germoplasma de las diversas razas de maíz de México con Monsanto, no quiere decir que la trasnacional se apropie de éste, ya que será donado a las universidades del país, además ya se constituyó una red de guardianes de la diversidad genética, precisó Carlos Salazar Arriaga, secretario de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México.
Dicha red, en su primera etapa, abarca Tlaxcala, Oaxaca, Puebla y estado de México, y su línea de trabajo es el "rescate y producción in situ de las razas y variedades del maíz", lo cual no impide que ya se inicie la siembra experimental con semillas genéticamente modificadas de ese grano.
"No podemos seguir atrapados en un debate que se está dando entre las grandes empresas y organizaciones ambientalistas como Greenpeace, ya que ninguna de esas partes ha comprobado que realmente quieran proteger a los maíces mexicanos, ni tampoco quedarnos aislados de los avances biotecnológicos", abundó.
En conferencia de prensa sobre el convenio que firmó la organización con Monsanto, aseguró que la trasnacional "fue la única empresa interesada en el proyecto de salvaguardar la riqueza genética del maíz, una responsabilidad que correspondía al gobierno federal, pero que nunca lo hizo ya que el banco que tiene el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) no es mexicano y en el caso del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) no entregó las semillas mejoradas a los productores".