El Plan Nacional de Desarrollo privilegia los intereses de trasnacionales, afirman
Demandan campesinos a Calderón que la soberanía alimentaria sea una prioridad
La dependencia y vulnerabilidad del agro se agravó con el TLCAN, advierten
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Si el gobierno no establece con claridad los objetivos para el desarrollo del campo, los agricultores quedarán en el desamparo, alertan organizaciones campesinas
Foto: Archivo
El Congreso Agrario Permanente y la Central Campesina Cardenista (CCC) exigieron ayer al presidente Felipe Calderón que en el Plan Nacional de Desarrollo la soberanía alimentaría y nutricional sea una prioridad; criticaron que en el borrador que circula actualmente de dicho plan se privilegian los intereses económicos de las grandes industrias y recordaron que existe una lamentable ausencia de una política de Estado para el campo mexicano.
La dependencia y vulnerabilidad agroalimentaria del país se incrementó "de manera acelerada" a partir del la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y hasta la fecha las políticas públicas han resultado insuficientes para contrarrestar este fenómeno, dijo el coordinador del Congreso Agrario Permanente (CAP), Gerardo Sánchez García.
Por ello el propósito fundamental de las organizaciones campesinas es que el Plan Nacional de Desarrollo tenga como eje central de la política agropecuaria la soberanía alimentaria y nutricional, y garantizar un precio adecuado de la mano de obra", agregó el dirigente de la CCC, Max Correa Hernández.
Agregó que el CAP y la CCC propusieron al titular de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, su intervención ante el jefe del Ejecutivo federal para que en el Plan Nacional de Desarrollo se establezca un sexta vertiente estratégica que tenga que ver con el desarrollo rural sustentable y se reconozca el carácter multifuncional del sector rural, su heterogeneidad y asimetrías, así como su gran potencial regional, humano y tecnológico.
Correa Hernández sostuvo que el campo no aparece como una prioridad de dicho plan, pues el diagnóstico, la visión y la propuesta que el documento preliminar hace sobre el campo es débil. Destacó que si no se establecen con claridad los objetivos en torno al desarrollo rural, los hombres del campo quedarán en el desamparo.
A su vez, el coordinador del CAP expuso que los resultados del TLCAN han sido negativos ya que el déficit de la balanza agroalimentaria fue de 3 mil 40 millones de dólares y la dependencia alimentaria aumentó: sólo en maíz se importan 10 millones de toneladas, mientras que la superficie destinada a la siembra de arroz, sorgo, frijol, trigo, soya, algodón y maíz ha disminuido. Y hasta las organizaciones de los productores pecuarios tuvieron ajustes en el número de integrantes ya que varios de ellos abandonaron sus actividades.
Agregó que desde hace dos décadas, la superficie sembrada ha tenido una disminución de 0.7 por ciento anual.