Sería también fuente de ingresos adicionales

Promueve UNAM asociación con la industria en incubación de empresas

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, sostuvo ayer que esta institución deberá asociarse con la industria para que los productos que surgen de ella lleguen a sus últimas conclusiones, y al mismo tiempo se transformen en una fuente de ingresos adicionales para la máxima casa de estudios.

Durante la inauguración de las nuevas instalaciones del Instituto de Investigaciones Biomédicas, dijo que la UNAM debe incursionar en una dinámica científico-financiera que permita la incubación de empresas de base científica y tecnológica.

Aseveró que el reto en la sociedad del conocimiento es incorporar las investigaciones al aparato productivo; "el impacto industrial a mediano y largo plazos puede ser determinante para una serie de empresas que en el país se necesita mantener y colocar en los mercados mundiales".

El rector realizó un recorrido por las nuevas instalaciones del instituto, conformadas por un conjunto de tres edificios, y estuvo acompañado por su directora, Gloria Soberón; el coordinador de la Investigación Científica, René Drucker Colín; ex directores, y la comunidad de este centro.

Ahí señaló que en estos laboratorios, en los que se lleva a cabo investigación básica y aplicada, se ha creado un buen número de productos, "por lo que acciones de esta índole mostrarán de manera más clara cómo la investigación apoya el desarrollo del país y permite incursionar en la nueva economía de la sociedad del conocimiento, donde el sustrato fundamental proviene de la investigación y de la innovación".

Dijo que ahora se requiere avanzar más para que los trabajos que ya tienen posibilidades de entrar al mercado, como son algunas vacunas contra el cisticerco, un antiepiléptico y desarrollos de biofermentación, puedan convertirse en elementos de empresa de base tecnológica.

Se trata, refirió, de productos que sólo podrán competir en la medida en que tengan el agregado científico y tecnológico; "esa es la clave en la economía del conocimiento, determinar la forma de agregarle a los productos y servicios un componente científico y tecnológico para que sean más rentables, provechosos y que no se limiten a los mercados nacionales, sino que incursionen en los mundiales con diversos artículos, como el tequila".

En el caso de las vacunas, abundó, hay posibilidades reales en el mediano plazo de que tanto la inmunización contra el cisticerco como el nuevo antiepiléptico se ubiquen en los mercados internacionales.

Puntualizó que ya hay diversas firmas que contribuyen al financiamiento y el siguiente paso con los inversionistas mexicanos y algunos extranjeros será crear una nueva asociación para que en realidad se avance en la incubación de empresas de base tecnológica, y no sólo se transfiera el desarrollo.

Agregó que la institución deberá tener el capital de riesgo que se requiere para su financiamiento, coinversiones, y ya no donativos. "Es decir, junto con las empresas, crear nuevas industrias que tengan base científica y tecnológica, y permitan generar el tipo de producto que el mundo globalizado requiere, el cual va más allá de lo que era el desarrollo tradicional en la ciencia".