Se debe modificar el plan de estudio de los profesores, señalan
Condiciones laborales impiden mejorar la enseñanza en secundarias: expertos
Mejorar la calidad de la educación secundaria no será posible mientras se mantengan las actuales condiciones de contratación y trabajo de los profesores, advirtió Rafael Quiroz, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.
Señaló que la reforma a secundarias que entró en vigor en el periodo escolar 2006-2007 es un principio de la transformación en ese grado, pero se requiere que también involucre cambios articulados en tres dimensiones: currículo, condiciones institucionales y de gestión de las escuelas y actualización de maestros.
Por su parte, Margarita María Zorrilla, profesora e investigadora del área de educación de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, señaló que varios son, todavía, los temas pendientes de la reforma en las secundarias. Coincidió con Quiroz respecto de la reorganización laboral.
Es una aberración, dijo, querer formar adolescentes con profesores que atienden a 20 o 25 alumnos por grupo. La recomposición tiene que implicar la redistribución de las cargas de trabajo y dejar tiempo libre a los docentes para que puedan realizar actividades de tutoría y preparación de materiales, entre otras, porque "la educación necesita pensarse para irse desarrollando", apuntó.
Ambos especialistas participaron ayer en el foro Ideas para una nueva secundaria, organizado por la agrupación Mexicanos Primero y la Fundación Santillana, donde Quiroz también señaló que otro de los pendientes de la reforma educativa es la modificación del plan de estudios para la formación de los docentes. El objetivo debería ser que respondan a las metas establecidas con la reforma que entró en vigor en 2006. Sin embargo, dijo, no ha habido la voluntad política para ello.
Por eso, "hay un problema muy serio, porque mientras no haya la actualización de los maestros, es posible que sigan haciendo lo mismo de siempre", y por tanto, no logren aterrizar en la enseñanza los objetivos del plan de estudios de secundaria.
Mencionó como ejemplo el caso de la asignatura de Español, que plantea como objeto de estudio los usos sociales del lenguaje y los ubica en los ámbitos del estudio, la literatura y la participación ciudadana. El problema es cómo hacen los maestros para llevar este conocimiento al aula. De cualquier forma, señaló, los cambios impulsados con la reforma de 2006, representaron un avance importante.
Por otra parte, comentó el cambio que se está dando en la licenciatura de secundaria, que empieza a impartirse con una nueva concepción del maestro como educador de adolescentes y ya no como un especialista disciplinario. Esta misma idea, dijo, debería trasladarse a los maestros en activo.
Ello implicaría dar a las escuelas los recursos suficientes para cambiar las condiciones de contratación del magisterio, pero hasta ahora este rubro no está incluido en el presupuesto.