La bioeconomía ayudaría a superar la pobreza: CNA
La bioeconomía ofrece al sector rural la posibilidad de superar la pobreza, pero esta nueva estructura requiere que los gobiernos federal y estatales se comprometan a dar el apoyo económico necesario para impulsar las nuevas tecnologías, la relación de los académicos con los productores y que los legisladores aprueben leyes vinculadas con la realidad, de lo contrario se seguirá cayendo en absurdos, expuso René Fonseca, subdirector de Estudios Económicos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
En la dinámica de la discusión de semanas recientes en torno a la producción de biocombustibles a partir de maíz y caña de azúcar, asentó que la Ley de Fomento a los Bioenergéticos no considera los instrumentos que puedan hacer cambios a la realidad. Este instrumento legal "tiene deficiencias, entre ellas, la falta de una definición clara de bioenergéticos y la puntualización del uso de otros cultivos en la generación de estos sustitutos agrícolas del petróleo; no hace referencia a otras energías como la solar y eólica, por ejemplo; y además invade los ámbitos de otras leyes como la de Desarrollo Rural Sustentable.
Al dar a conocer el programa del Foro Global Agroalimentario que por cuarto año consecutivo organiza el CNA con el tema Bioeconomía: moda, mito o realidad, Fonseca consideró que en el país sí se puede generar etanol a partir del maíz sin poner en riesgo la oferta interna del grano para consumo humano. "Hay estudios que revelan que el rendimiento promedio de maíz se puede duplicar en las zonas temporaleras", la cual según estadísticas de la Secretaría de Agricultura, se ubica en dos toneladas por hectárea, mientras en las de riego se cosechan entre las cinco y siete toneladas, como en Sinaloa, Jalisco y estado de México.
Asentó que hay acciones que no demandan gastos extraordinarios ni recursos fiscales, y aunque en México no se pueden igualar los recursos que destina Estados Unidos a sus agricultores ni a la investigación para ese sector, sí se puede evitar la duplicidad en programas o las contradicciones que hay entre algunos y que contrarrestan los objetivos establecidos.