Diputadas del PRD le entregan monitoreo del caso
Para AI, el caso Ascensión no está cerrado: Liliana Velázquez
Durante la presentación del Informe Anual 2007 de Amnistía Internacional (AI), las diputadas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Maricela Contreras, Valentina Batres y Alliet Bautista entregaron a la presidenta de esa organización en México, Liliana Velázquez, ''un monitoreo'' del caso de la indígena Ernestina Ascensión Rosario, para que ''nos den su opinión''.
Velázquez dijo ante las legisladoras que el organismo internacional tiene una posición al respecto: ''Vemos con preocupación las investigaciones de todas las instancias que participaron. Consideramos que se debe hacer una indagatoria exhaustiva e imparcial; para nosotros, no está resuelto el caso''.
La presidenta en México de Amnistía Internacional dijo que ''la actuación de todas las organizaciones e instituciones que participaron en el caso, entre ellas la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), fueron en extremo contradictorias".
En entrevista, las legisladoras perredistas explicaron que ''el monitoreo que se entregó a Amnistía Internacional recopila la posición del estado de Veracruz del no ejercicio de la acción penal. Es un seguimiento de medios, de antes del dictamen forense, las notas médicas, las consideraciones del hospital de Veracruz, un análisis de los documentos de la CNDH y la procuraduría estatal''.
Añadieron que la comisión nacional intervino para ''limpiar al Ejército Mexicano'', y Amnistía Internacional ''coincide con nosotras en el hecho de que la CNDH actuó más como Ministerio Público que como defensora de los derechos humanos''.
La diputada Contreras denunció: ''Hemos recibido amenazas por nuestra actuación en la comparecencia del presidente de la CNDH en San Lázaro'', donde las legisladoras no permitieron a José Luis Soberanes que expusiera las pruebas que el ombudsman nacional llevaba a la reunión.
Después de entregar esa documentación al organismo internacional, las diputadas del sol azteca informaron que harán lo propio en la oficina del representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amerigo Incalcaterra, a quien también le solicitarán expresar una opinión sobre la muerte de la indígena Ernestina Ascensión Rosario.