Mueren 12 palestinos en bombardeos de Tel Aviv en la franja de Gaza y Beit Lahiya
Anuncia Israel escalada militar contra militantes de Hamas y Jihad Islámica
Milicianos islamitas disparan cohetes Qassam hacia territorio israelí sin causar víctimas
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Khalil Haya, miembro del Consejo Legislativo Palestino (al centro), llega a la morgue de un hospital en Gaza, al cual llevaron los cuerpos de siete de sus familiares abatidos en un bombardeo del ejército israelí contra un complejo de viviendas que, según Tel Aviv, tenía como blanco a miembros armados de Hamas y no la casa del legislador
Foto: Ap
Tel Aviv, 20 de mayo. El gobierno de Israel anunció la intensificación de las operaciones militares destinadas a terminar con los disparos de cohetes por parte de militantes palestinos desde la franja de Gaza, donde este día 12 palestinos murieron en varios ataques aéreos israelíes.
Las fuerzas castrenses fueron autorizadas a "aumentar sus operaciones con el fin de reducir los disparos de cohetes y asestar golpes a la infraestructura de los terroristas" responsables de los disparos.
La decisión fue aprobada durante una reunión del gabinete de seguridad en la que el primer ministro Ehud Olmert advirtió que si las "acciones moderadas que se están tomando, tanto en el ámbito político como en el militar, no aportan la calma deseada, nos veremos forzados a ampliar nuestras acciones".
De hecho, comentó el jefe del gobierno, los miembros de Hamas ya "están pagando y pagarán precios personales muy elevados".
El gabinete explicó que las acciones se concentrarán contra los movimientos de Hamas y Jihad Islámica.
Desde el inicio de la campaña aérea, el miércoles, 35 palestinos han muerto, la mayoría miembros de Hamas, pese a lo cual ha continuado el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí; hoy hubo 14 disparos hacia la localidad de Sderot, en el sur de Israel, sin provocar víctimas.
A causa de la situación en la franja que bordea el mar Mediterráneo, Israel decretó en las ciudades fronterizas con el territorio palestino el "estado especial", que es un nivel inferior al de "emergencia", pero abre la posibilidad de ayuda financiera a los residentes afectados por los ataques palestinos.
La fuerza aérea israelí continuó sus operaciones en la franja, y por la noche atacó en ciudad de Gaza el complejo de viviendas de la familia de un miembro del Consejo Legislativo Palestino, Khalil Haya, de Hamas, y causó la muerte de siete de sus familiares y de un guardia, así como 12 heridos.
El ejército israelí explicó que el objetivo del ataque era un grupo de miembros armados de Hamas y no el legislador, quien resultó ileso.
En otros ataques en Gaza y la localidad de Beit Lahiya contra talleres metalúrgicos y viviendas presuntamente utilizados como fábrica de cohetes y depósito de armas, un palestino murió y siete fueron heridos.
Antes, tres miembros de las Brigadas Ezzedine Qassam, brazo armado de Hamas, fallecieron en un bombardeo contra el vehículo en el que viajaban.
El primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, de Hamas, denunció la muerte de los familiares de Haya como un "crimen horrible", mientras su organización aseguró que "seguirá lanzando misiles Qassam contra asentamientos y comunidades israelíes".
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, apeló a la comunidad internacional a presionar a Israel para que frene su escalada de violencia.
A su vez, la Jihad Islámica amenazó con recurrir a decenas de atacantes suicidas para perpetrar "operaciones", en caso de una acción terrestre israelí.
La Casa Blanca, por su parte, instó a Israel a la contención en sus operaciones militares en la franja de Gaza, pero urgió a Hamas a cesar los disparos de proyectiles hacia territorio israelí, mientras el papa Benedicto XVI exhortó a la comunidad internacional a multiplicar sus compromisos en favor de un relanzamiento de las negociaciones de paz e instó a los palestinos al "sentido de la responsabilidad" y a los israelíes a la "moderación".
En el frente palestino, un quinto alto el fuego concluido el sábado entre Hamas y Fatah, movimiento de Abbas, fue respetado este domingo, tras nueve días de combates que dejaron unos 50 muertos.