Uno murió; ONG exigen que se esclarezcan los hechos
Activistas pro bosque, cazados por talamontes en el estado de México
Varias organizaciones ecologistas y de activistas por los derechos humanos, entre ellas Greenpeace México y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos, confirmaron ayer que defensores de los bosques en el estado de México sufrieron una emboscada, con resultado de una persona muerta y otra herida, y exigieron al presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, el esclarecimiento inmediato de los hechos.
Las organizaciones, entre las que se encuentran el Centro Mexicano de Derecho Ambiental AC, Guardianes de los Arboles y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, señalaron que Aldo Zamora y Misael Zamora, hijos del comisario de bienes comunales de San Juan Atzingo, Ildefonso Zamora Baldomero, fueron emboscados el pasado 15 de mayo en la comunidad de Santa Lucía, Ocuilán, en el estado de México, y en el ataque murió al instante el primero y resultó herido el segundo.
En una carta dirigida al jefe del Ejecutivo federal destacan la lucha incansable de Ildefonso Zamora Baldomero por la defensa de los bosques de su comunidad. Sus hijos, agregan, viajaban con tres de sus familiares de regreso a su casa cuando fueron agredidos por Luis y Alejo Encarnación, conocidos taladores de la zona e hijos de Feliciano Encarnación, "uno de los principales cabecillas de las bandas de talamontes de esa zona". Otros dos atacantes aún no han sido identificados.
Ildefonso Zamora, padre de las dos personas emboscadas, ha denunciado la tala ilegal de los bosques de su comunidad desde 1998, pero las autoridades no han tomado medidas para detener a los taladores.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la zona de Lagunas de Zempoala y Huitzilac está considerada como una de las 15 regiones críticas del país debido a la tala ilegal y es considerada una zona de ingobernabilidad, según confirmó Greenpeace México.
Recordaron que en diciembre de 2005, Ildefonso Zamora y otros comuneros presentaron una denuncia penal, acompañada de videos y fotografías que mostraban a los talamontes en flagrancia, actuando en el área.
"Es evidente que el ataque contra Aldo y Misael Zamora se da en represalia por sus actividades en defensa de los bosques de su comunidad y representa un daño irreparable para los defensores del medio ambiente y de los derechos humanos", puntualizan las organizaciones ecologistas y de derechos humanos en su carta enviada al presidente Calderón, y le hacen un llamado urgente para que esclarezca el atentado, dé garantías a la seguridad de Ildefonso Zamora y su familia y tome medidas inmediatas para detener la tala ilegal en la zona.