Insiste el sector privado en que se debe apoyar la utilización de transgénicos
Urge que el gobierno diseñe plan para impulsar producción de etanol: CEESP
Ante la reciente aprobación de la Ley de Promoción y Desarrollo de Bioenergéticos, el sector privado apremió al gobierno federal a diseñar "una estrategia" que impulse la producción de etanol mediante el maíz y la caña de azúcar, y participar así en el millonario y acelerado mercado mundial de bioenergía.
"Para que México pueda hacer uso del etanol y abastecer la creciente demanda de Estados Unidos se requiere aumentar uno de los insumos principales con que se produce, que es el maíz", pero según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) no podrá lograrse con los actuales métodos de producción, por lo cual insistió en la utilización de transgénicos.
La finalidad de dicha ley es promover el uso del etanol como oxigenante de las gasolinas, como fuente alternativa de energía, para atenuar la disminución del petróleo. El organismo privado explicó que la producción de etanol en el país no se ha logrado incrementar significativamente, ya que mientras en 2004 se obtuvieron 9 millones de galones, en 2005 subió a 12 millones y el año pasado alcanzó apenas 13 millones, cuando "las importaciones de éste en Estados Unidos mostraron alzas superiores a 300 por ciento", pues el año pasado ascendieron a 653 millones de galones.
Indicó que el bajo crecimiento de la producción petrolera, el poco tiempo de vida de las reservas probadas y la alta volatibilidad que el precio del crudo genera en las finanzas públicas de México, hacen que el uso del etanol sea buena alternativa para terminar con esa dependencia económica del petróleo.
La línea que divide los mercados de la comida y de los energéticos, ponderó el CEESP, "se vuelva cada vez más delgada", y ahora productores de biodisel y etanol entran en la competencia de alimentos, como trigo, maíz, arroz, soya y caña de azúcar, porque se vuelve más redituable convertirlos en insumos para vehículos, ya que, según la Organización de las Naciones Unidas, "el mercado de la bioenergía es uno de los de más rápido crecimiento, con un volumen de negocio actual de mil millones de dólares".
Por ello, insistió en que para que México acceda a dicho mercado la utilización de maíz transgénico "es una opción cada vez más viable", toda vez que los productores de caña de azúcar se oponen a producir etanol, pues han argumentado que les resulta más rentable vender azúcar que el nuevo biocombustible.
"Una tonelada de caña puede convertirse en 120 kilos de azúcar, y la misma cantidad sólo genera 80 litros de etanol. Si cada kilo de azúcar se vende a seis pesos, la ganancia sería de 720 pesos. En contraste, los 80 litros de etanol generan una ganancia de 480 pesos, porque cada litro se paga a 50 centavos de dólar", expuso el organismo privado.
A contrapelo, aseguró que "los productores de maíz piden ser tomados en cuenta para suministrar el mercado de etanol", y en algunos estados del país se anticipa un incremento en la producción maicera por el uso de granos transgénicos, tanto para el consumo humano como para animales y la producción de bioenergéticos.
La Ley de Promoción y Desarrollo de Bioenergéticos fue aprobada el pasado 26 de abril, pero el CEESP alertó que entrará en vigor en poco tiempo, a partir de 2008, sin que el país tenga aún una estrategia a seguir.