Usted está aquí: domingo 13 de mayo de 2007 Cultura La obra de Siqueiros, abandonada en su propio país: Adriana Alfaro

Cuauhtémoc contra el mito está en condiciones semejantes a Ejercicio plástico, afirma

La obra de Siqueiros, abandonada en su propio país: Adriana Alfaro

Argentina debe proteger el mural que tiene, en México estaría como el resto del acervo del pintor: embodegado, señala

Localizan más creaciones del artista en el país y el extranjero

ANA MONICA RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Adriana Alfaro, durante la entrevista con La Jornada Adriana Alfaro, durante la entrevista con La Jornada Foto: Cristina Rodríguez

Ampliar la imagen David Alfaro Siqueiros nunca dejó de pintar, ya fuera en la cárcel, en el exilio o su taller David Alfaro Siqueiros nunca dejó de pintar, ya fuera en la cárcel, en el exilio o su taller Foto: Archivo

Así como el mural Ejercicio plástico de David Alfaro Siqueiros se encuentra olvidado y deteriorándose en Argentina, también sucede lo mismo con Cuauhtémoc contra el mito, obra que el pintor mexicano reconstruyó hace varias décadas en Tlatelolco y que requiere de un constante mantenimiento para su cuidado y protección.

Así lo explicó en entrevista Adriana Alfaro Arenal, hija del famoso muralista, quien dijo que la obra que se encuentra en Argentina debería ser declarada patrimonio nacional de esa nación sudamericana. "En caso -señaló- de que Ejercicio plástico fuera trasladado a México correría la misma suerte que todo el acervo que dejó mi padre, el cual está olvidado, embodegado y deteriorándose aún en su propio país.

"El ejemplo del mural de Argentina es la salida que tienen aquí, para no abundar en las necesidades del legado heredado por Siqueiros al pueblo de México."

Adriana Siqueiros se remonta a 1964, cuando su padre pintó el mural Cuauhtémoc contra el mito, sobre una pared de la casa de su abuela materna.

Esa obra, dijo, "fue desmontada en pedacitos de su lugar original para evitar un escándalo y después reconstruida por mi padre en Tlatelolco, donde todavía permanece oculta y deteriorándose cada vez más".

Rememoró: "La casa en donde fue pintado el mural con los personajes de Cuauhtémoc y Hernán Cortés tuvo que ser vendida por razones económicas y después del cambio de dueño, la propiedad se convirtió en un prostíbulo". Pero, agregó, siempre quedó en claro que el mural no formaba parte de la venta y la obra permaneció en la pared durante algún tiempo.

"El banquero que compró la casa y después la rentó, sufrió el día que un periodista descubrió la obra siqueriana en la calle de Sonora y presuroso mandó traer a un mal carpintero para desmontar en pedazos el gran mural.

"Después -prosigue- Cuauhtémoc contra el mito fue vendido al gobierno y, finalmente, reconstruido por mi padre en Tlatelolco". Desde hace unos años, Adriana solicita que sea trasladado a un espacio del Centro Histórico "donde todo el mundo lo pueda ver porque se encuentra enterrado, al igual que mi papá".

En la búsqueda de las obras dispersas por todo el mundo de David Alfaro Siqueiros, Adriana ha hallado nuevas y conocido algunas otras que pertenecen a diversos recintos y personajes variopintos.

En el Museo del Vaticano se encuentra El Cristo judío, obra pintada por encargo del Papa Paulo VI; mientras que en Chile constató la existencia de otro mural plasmado en una escuela primaria o El Cristo mutilado, en cual tiene una inscripción en el reverso que dice "qué has hecho humanidad en dos mil años, has mutilado a Cristo".

Pero el reciente hallazgo tiene feliz a la hija única del muralista. Es un cuadro con la imagen de un fraile descubierta en el Convento de San Alberto Magno, cerca de Ciudad Universitaria.

"Aunque todavía no la conozco, sabemos que la obra fue un regalo de mi padre a un fraile y ahora se empieza a hacer una pequeña investigación historiográfica e iconográfica."

Pendientes por resolver

Entre los pendientes que la hija del muralista urge a resolver a las autoridades culturales correspondientes figura la exposición de las obras de Siqueiros que se encuentran guardadas en la Sala de Arte Público, ubicada en la calle de Tres Picos. "Ese lugar debe ser un museo en donde se exponga toda su obra de manera permanente y no esporádica como si fuera una galería de la Zona Rosa".

Además "La Tallera de Cuernavaca y La Casa Museo, lugar donde murió mi padre, se encuentran en la ruina total al igual que los tres murales inconclusos que Siqueiros dejó y no han sido restaurados en 33 años".

También, explicó Adriana Siqueiros, quedó pendiente la publicación de El libro razonado, que recoge toda la obra de caballete, tanto de coleccionistas particulares como de museos, el cual iba a ser puesto en circulación en 1996, año en que se celebró el centenario del natalicio del controvertido pintor, quien estuvo exiliado y preso en varias ocasiones.

La intención de difundir la obra siqueriana, puntualiza la hija del artista mexicano, "es para que los jóvenes y/o las nuevas generaciones conozcan la trayectoria y el acervo legado por David Alfaro Siqueiros al pueblo de México y no al gobierno".

Del artista, quien nació en 1896 en Ciudad Camargo, Chihuahua y murió en 1974, se sabe que pintó tras las rejas y en exilios. Su obra, con especial énfasis en el muralismo, corrió a la par de su intensa actividad política y sus creaciones reflejan el espíritu de la revolución social y cultural que sacudió al país en el siglo XX.

 
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