Advierte que mantendrá mano dura contra la recepción de señales de tv extranjera
Aprueba Cuba importación de aparatos electrónicos y piezas procedentes de EU
También podrán comprarse del exterior carrocerías y motores de automóviles
La Habana, 12 de mayo. Cuba abrió sus fronteras a la importación de artículos que estaban prohibidos, entre ellos equipos de video y sus piezas procedentes de Estados Unidos, pero al mismo tiempo advirtió que mantendrá mano dura contra la captación de señales de televisión extranjera, que es ilegal para los nacionales.
Una resolución del Ministerio de Finanzas y Precios permite desde este mes la entrada al país de equipos de video de cualquier tipo. Así quedó derogada la norma que prohibía esas importaciones para la población, pero que las permitía para dependencias del gobierno y funcionarios que viajaban al extranjero en misión oficial.
La ministra Georgina Barreiro dijo que adoptaba la decisión "teniendo en cuenta el desarrollo tecnológico actual" de esos equipos y su "uso extendido".
La importación se realizará con pago de derechos, que según la Aduana General tiene por ahora una escala en pesos convertibles (CUC, al cambio de uno por 1.08 dólares), que va de 30 CUC para un Nintendo, 60 para un DVD o VHS y hasta 600 para un Play Station III.
Otra resolución de la Aduana permitirá desde junio la importación de accesorios, partes y piezas de reproductores de imágenes procedentes de Estados Unidos, que también estaban prohibidos, así como plantas eléctricas de todo tipo y capacidad de generación, y carrocerías y motores de automóviles.
Nueva ofensiva contra tv extranjera
En contraste, el diario oficial Granma recordó hoy que el gobierno mantiene la represión al contrabando de señales de televisión extranjera. El matutino reportó acciones policiales de los últimos meses, en los cuales se decomisaron antenas parabólicas, tarjetas de DirectTV, computadoras y cable coaxial, entre otros implementos.
Algunos involucrados recibieron multas de hasta 20 mil pesos ordinarios (unos 865 dólares). Otros enfrentan penas de cárcel de entre tres y cinco años por los delitos de actividades económicas ilícitas (prestar un servicio sin licencia) y receptación ("ocultar, cambiar o adquirir bienes que evidencien o hagan suponer racionalmente que proceden de un delito").
Una empresa estatal difunde imágenes del exterior por cable o por satélite, pero sólo a extranjeros residentes en la isla, centros turísticos y oficinas de altos funcionarios.
Para tener alternativas a la televisión oficial, única que se permite sintonizar, los particulares instalan antenas y equipos artesanales o consiguen tarjetas de suscripción a un servicio contratado fuera del país.
A su vez, esas señales se revenden entre vecinos, en un circuito subterráneo en el que son populares los noticiarios en español, los espectáculos musicales y las telenovelas.
Las batidas contra los telespectadores furtivos de canales extranjeros se repiten cíclicamente. "Ninguna ilegalidad puede quedar impune", apuntó Granma, y señaló que esa práctica viola leyes "encaminadas a proteger la soberanía y los valores culturales, educativos y patrióticos de nuestra nación".
El diario apuntó que desde Estados Unidos hay emisiones, entre ellas las de las oficiales Radio y Tele Martí, que "se destacan por el carácter injerencista y desestabilizador de sus mensajes, dirigidos a destruir la revolución cubana".
Barruntos de Tele Martí se registran diariamente en zonas del litoral norte del país durante segundos, pero la señal desaparece del aire debido a una fuerte y sistemática intercepción.