Tensión política ante la proximidad de las elecciones
Chocan partidarios del presidente paquistaní y opositores; 30 muertos
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Un hombre yace muerto tras un enfrentamiento entre grupos afines al gobierno de Pervez Musharraf y antagonistas
Foto: Ap
Karachi, 12 de mayo. Un enfrentamiento entre partidarios del presidente paquistaní, Pervez Musharraf, y opositores al gobernante dejó un saldo de por lo menos 30 muertos y un centenar de heridos en esta ciudad portuaria de 16 millones de habitantes -la mayor de Pakistán-, en la peor escalada de violencia registrada en años recientes.
La batalla campal es el punto culminante de una crisis desatada en marzo pasado, cuando Musharraf, quien llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1999, ordenó la destitución del juez supremo del país, Iftikhar Mohammed Chaudry.
La crisis también coincide con el "calentamiento" del ambiente político, de cara a las elecciones generales de finales de año. Musharraf busca relegirse y, según medios políticos locales, la destitución de Chaudry tuvo la intención de acallar una voz crítica al gobierno en el ambiente prelectoral.
La exclusión de Chaudry provocó el descontento de miembros del Poder Judicial y ha motivado varias protestas callejeras de opositores en este puerto. El viernes por la noche, dos miembros de la oposición fueron asesinados por hombres que viajaban en motocicletas.
Este sábado las manifestaciones y los choques entre facciones comenzaron al mediodía. La televisión local mostró vehículos en llamas y varias columnas de humo en la ciudad. A pesar de que fueron desplegados unos 15 mil policías y paramilitares, los enfrentamientos armados prosiguieron durante el día y los hospitales estuvieron colmados de muertos y heridos.
Hombres armados incluso detuvieron una ambulancia y asesinaron al conductor y al pasajero herido, informaron fuentes sanitarias. Asimismo, un vigilante falleció cuando se opuso a activistas que querían cerrar un comercio.
Según reportes de medios de información locales, en los disturbios estuvieron implicados seguidores del Partido Movimiento Muttahida Qaumi, uno de los principales apoyos de Musharraf, y el partido opositor Yamaat-i-Islami.
En una manifestación progubernamental, a la que asistieron unas 35 mil personas en Islamabad, el presidente condenó los disturbios y culpó a Chaudhry y la oposición de los incidentes.