Aún no son procesados porque fueron heridos al intentar secuestrar un avión, revela
Enjuiciar a los dos reclutas desertores requerirá de sangre fría: Fidel Castro
Culpa a EU del intento de fuga de los jóvenes
Posible que enfrenten la pena capital
La Habana, 7 de mayo. El presidente Fidel Castro dijo hoy, en un nuevo artículo, que será necesaria "una gran dosis de serenidad y sangre fría" para enjuiciar a los dos reclutas desertores, detenidos después de que intentaron secuestrar un avión el jueves pasado para emigrar ilegalmente a Estados Unidos.
"Muchas personas en el exterior esperan la reacción de los tribunales y el Consejo de Estado ante un pueblo profundamente indignado con los acontecimientos", señaló Castro, en un texto que fue facilitado esta noche a los corresponsales extranjeros.
"Hace falta una gran dosis de serenidad y sangre fría para enfrentar tales problemas", indicó el mandatario, convaleciente desde hace más de nueve meses de una cirugía intestinal de urgencia.
La referencia de Castro es la primera que hacen las autoridades al proceso judicial, tras los hechos en los que murió el teniente coronel de las fuerzas armadas Víctor Ibo Acuña.
El mandatario también reveló que los detenidos no han sido juzgados porque resultaron heridos, uno de ellos por un disparo que hizo el otro dentro del avión, "mientras luchaban contra el heroico oficial de las fuerzas armadas". Castro precisó que Acuña murió de cuatro tiros.
Al referirse a la reacción del Consejo de Estado, Castro señaló tácitamente la eventualidad de que alguno de los inculpados enfrente la pena capital, cuya apelación de oficio concluye en esa instancia, la máxima autoridad legislativa en los recesos del Parlamento y que, además, cuenta con facultades ejecutivas.
Castro preside el Consejo de Estado, pero desde el 31 de julio pasado, debido a la crisis de salud, delegó el ejercicio de funciones en su hermano menor, Raúl, segundo hombre de la jerarquía cubana.
El mandatario señaló que la fuga y el intento de emigración ilegal se produjo "como consecuencia de la puesta en libertad de un monstruo del terror", una alusión a Luis Posada Carriles, confeso de atentados contra la isla, pero sólo encartado en Estados Unidos por una falta migratoria, por la cual será juzgado el próximo viernes.
"La impunidad y los beneficios materiales con que se premia desde hace casi medio siglo toda acción violenta contra Cuba, estimula tales hechos", dijo Castro, invocando así la ley de Estados Unidos que otorga residencia a los originarios de la isla que lleguen a ese país, incluso ilegalmente.
"Hacía muchos meses no ocurría nada parecido", subrayó Castro. "Bastó la insólita liberación del conocido terrorista, y de nuevo la muerte visita nuestros hogares".
El último secuestro de avión en Cuba ocurrió en marzo de 2003. El responsable fue detenido en Estados Unidos y condenado por piratería. La captura de una lancha de pasajeros, también con el móvil de una salida ilegal del país, culminó con el fusilamiento sumario de tres de sus promotores, en abril del mismo año.
Castro se refirió escuetamente a los secuestradores del caso actual como "dos personas jóvenes que cumplían un deber legal en el servicio militar activo".
De acuerdo con un reporte oficial, los desertores mataron a un colega suyo que estaba de centinela en la unidad de la que se fugaron con dos fusiles reglamentarios AKM. Después de estar ocultos varios días, secuestraron un ómnibus de pasajeros, tomaron rehenes, irrumpieron en la terminal de vuelos nacionales y abordaron un avión vacío y estacionado en la pista.
Los responsables no han sido identificados oficialmente, pero las fuerzas armadas hicieron circular después de la fuga un aviso urgente de localización de Alain Forbus Lameru, de 19 años, Yoan Torres Martínez, de 21, y Leandro Cerezo Sirut, de 19, todos originarios de la oriental provincia de Camagüey.
Los indicios apuntan a que el primero fue el detenido antes del secuestro frustrado y los dos segundos los responsables del ataque.
La ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional reportó este lunes que en diciembre pasado había ocurrido otra fuga violenta de reclutas del servicio militar, en la ciudad de Santiago, al oriente del país, en la que se habrían producido dos muertes.
En este caso, según el grupo opositor, los tres involucrados están detenidos a la espera de juicio y al menos uno de ellos podría encarar también la pena de muerte.