El Correo Ilustrado

La condena de 67 años de cárcel a luchadores sociales, una afrenta a la justicia

A la opinión pública:

Por lo visto y padecido, "el estado de derecho" en México es el ejercicio no tan ocasional del sarcasmo contra la disidencia, que va acompañado de violaciones gravísimas a los derechos humanos y civiles. El caso Atenco es emblemático por el uso de la violencia y la represión contra los movimientos sociales, con el añadido de violaciones sexuales a hombres y mujeres.

El fin de semana pasado el juez primero penal de Toluca, José Blas Hernández, sentenció a Ignacio del Valle Medina, Héctor Galindo y Felipe Alvarez, líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, a 67 años de prisión por los delitos de secuestro equiparado, por la retención de varios funcionarios en 2006. La sentencia desproporcionada es tan inadmisible como los "razonamientos jurídicos".

El proceso, plagado de irregularidades, tiene su cúspide en un hecho que nos indigna profundamente: las autoridades no han acreditado la responsabilidad de las 28 personas que continúan presas por los hechos violentos ocurridos en Texcoco y Atenco el 3 y 4 de mayo de 2006 y, en cambio, no han castigado a ninguna autoridad o agente policiaco responsables de la brutalidad de los operativos, las torturas y la violencia contra los detenidos, documentadas por organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. No aceptamos la sacralización de la impunidad de las autoridades.

Los grandes responsables de esta sentencia feudal son, en desorden, el juez José Blas Hernández, el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto y el gobierno federal. Este mismo proceder de las autoridades locales y nacionales se repite en Oaxaca, Yucatán, San Luis Potosí y en otras regiones del país donde permanecen encarceladas decenas de personas.

Exigimos la liberación de los presos políticos en México. Sus procesos y sus condenas son una afrenta a la democracia, la legalidad y la justicia en nuestro país.

Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Hugo Gutiérrez Vega, Luis Mandoki, José María Pérez Gay, Margo Glantz, Iván Restrepo, Jenaro Villamil, Rafael Barajas, El Fisgón; Jesús Ramírez Cuevas, José Hernández y Nelly Keoseyán

Aclaración a crónica sobre instalación de Tunick

Un par de cambios en el cuarto párrafo de mi crónica sobre la instalación de Spencer Tunick en el Zócalo, publicada este lunes, dio lugar a una información errónea: que hubo más mujeres que hombres en el desnudo artístico. Ocurrió exactamente lo contrario, tal como yo lo escribí: eran hombres la mayoría, en una proporción de cuatro a una, según los organizadores. Hago la precisión por considerar relevante el dato y en atención a nuestros lectores

Arturo García Hernández, reportero de Cultura

Una voz contra la injusticia

Me gustaría unir mi voz a las que claman contra la bárbara sentencia impuesta a los líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, la implantación de un estado policiaco-militar que reprime brutalmente las protestas populares y exigir la libertad de todos los presos políticos.

Olga Harmony

Quitarnos la ropa y comulgar con los otros

Nada más eso me faltaba, que aparte de no querer ir me impidas que yo vaya.

La mañana estaba fresca, pero no hacía frío. Yo sentía una enorme emoción, desde la noche anterior casi no pude dormir. Pensé en el colegio, cuando las monjas nos levantaron tempranito, casi a oscuras, como ahora. Caminábamos silenciosas en una fila, con ese susurro interior que pronto se desbordaría en cantos gregorianos. Todas cantábamos en latín, el latín sonaba al lenguaje de los ángeles, palabras incomprensibles que sólo Dios y los santos entendían y las niñas buenas que harían su primera comunión, como yo.

Formar parte del cuerpo de Cristo al tomar la hostia era el acontecimiento más importante para todas. Se habían hecho muchos preparativos. La Basílica de Guadalupe lucía esplendorosa, los indios de Huamantla habían hecho un tapete de flores y aserrín. Lo hicieron para ti -me dijo la hermana-, pero no le digas a nadie porque pueden entristecerse. Yo me quedé calladita, también me dijeron que, aunque éramos 14 niñas, el señor obispo accedió a darnos la comunión porque ya me habían elegido. Sabía que Dios nuestro Señor tenía un lugar reservado para mí. Ibamos con un vestido blanco, largo y un velo adorndo con flores de la misma tela en forma de corona, éramos como las novias de Dios. Cuando entrara en el noviciado sería su novia verdadera. Por eso había que hacer muchos sacrificios, mortificar el cuerpo y hacer penitencia.

Esto era como un ensayo. Porque eso sí, yo sería monja. La madre superiora ya había hablado con mis papás, sólo tenía que cumplir 12 años para ir al noviciado.

Y ahora me sales con eso. Me fui corriendo. Llegué al Zócalo antes del amanecer, muchísimos nos quitamos la ropa para vestir nuestra piel y comulgar con los otros.

María del Carmen Farías R

Invitación

Mesa redonda contra la tortura

El Observatorio Latinoamericano de Geopolítica invita a la mesa redonda Contra la tortura: cierre de la Escuela de las Américas. La Escuela de las Américas fue fundada en Panamá y sirvió para entrenar a todos los torturadores de los ejércitos latinoamericanos. Ahora está en Estados Unidos y su función es la misma.

SOA Watch es una organización estadunidense que lucha por el cierre definitivo de la Escuela. Dos de sus miembros, Roy Bourgeois y Lisa Sullivan, junto con el general José Francisco Gallardo, compartirán sus experiencias y análisis con nosotros.

Cita el 9 de mayo a las 11 horas en el Auditorio Torres Gaytán del Instituto de Investigaciones Económicas (nueva sede). UNAM (circuito exterior, en la zona azul, frente a Ciencias Políticas).

Ana Esther Ceceña (Coordinadora OLAG).

Niña extraviada

Se agradecerá la colaboración de los lectores para localizar a la joven Adina Magaly García Hernández, quien se extravió en la colonia Jardín Balbuena, delegación Venustiano Carranza, el 4 de mayo de 2007. Sus datos personales son los siguientes: edad 20 años, complexión delgada, estatura 1.67 mts; frente amplia, nariz chata, boca chica, labios regulares, cejas semipobladas, mentón ovalado, ojos café oscuro grandes y cabello ondulado, castaño oscuro.

Señas particulares: cicatriz de quemada en la mano derecha, lunar en la cara anterior de una de sus piernas. Vestía pantalón de mezclilla claro con bordado color amarillo mostaza en las bolsas y huaraches de tela color celeste.

Para mayores informes comunicarse a los teléfonos: 5345-5080 y 5345-5084. www.pgjdf.gob.mx

Centro de Apoyo de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) Dr. Andrade No. 103, colonia Doctores, delegación Cuauhtémoc. CP 06720.