Usted está aquí: lunes 7 de mayo de 2007 Sociedad y Justicia En riesgo, el último complejo lechero del sector social en la zona del Bajío

Productores exigen que el gobierno federal instrumente un programa de apoyo

En riesgo, el último complejo lechero del sector social en la zona del Bajío

MATILDE PEREZ U., CARLOS CAMACHO ENVIADA, CORRESPONSAL

Tizayuca, Hgo, 6 de mayo. El último complejo lechero del sector social en la región del Bajío, situado a sólo 51 kilómetros de la ciudad de México, podría desaparecer si en breve el gobierno federal no elabora un programa nacional en el que reconozca la urgencia de establecer mecanismos para proteger a los productores y los riesgos que implicaría perder los empleos directos e indirectos que se generan con la actividad.

"Ya no hay tiempo para seguir con mejoralitos. Si no hay certidumbre, esto se acaba", advirtieron Francisco Javier Jiménez Gutiérrez y José Antonio Rico Ramos, integrantes del consejo de administración del Complejo Agropecuario Industrial de Tizayuca (CAIT).

Abastecedores de Lala, Alpura, Santa Clara y Liconsa, los productores han resistido la presión urbana, que paulatinamente ha estrangulado las 216 hectáreas en que mantienen las 25 mil vacas y 8 mil becerras de recría de los 126 establos. El incremento del precio del maíz ha encarecido los costos de producción, y si en una década perdieron 25 por ciento de la participación del precio al público, ahora, apuntaron, están en riesgo de una franca descapitalización.

En tres décadas los productores lograron edificar una central de forrajes para almacenar 300 mil toneladas de maíz; una planta con capacidad para producir 5 mil 400 toneladas de alimentos balanceados y 120 toneladas de maíz rolado; un centro de recría para el desarrollo de 12 mil becerras de alta calidad genética; un área para almacenar 700 mil toneladas de estiércol, y una planta pasteurizadora de leche, con capacidad para procesar 500 mil litros diarios.

A unos meses de la apertura comercial total, en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que será en enero de 2008, podrían sucumbir si "no hay voluntad política del gobierno para actuar. El secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, no nos ha recibido para exponerle la situación, y sus subalternos han dicho que hay un plan emergente, pero eso no genera certidumbre, porque seguimos compitiendo con las importaciones y el consumo de productos descremados y adicionados con grasa vegetal".

En el caso de Liconsa, abundó Jiménez Gutiérrez, presidente del consejo de administración del CAIT, redujo el pago por litro de leche. "En 2006 dio 3.84 pesos, en el primer semestre de este año sólo 3.60 y para el segundo semestre serán 3.88. No ha reconocido el precio del lácteo, y argumenta que no somos rentables. No quiere admitir que la participación del productor en el costo al consumidor pasó de 65 a 40 por ciento. ¿Acaso su intención es terminar con 2 mil 300 empleos directos y 10 mil indirectos; seguirnos presionando para abatir el hato lechero, pues en dos años hemos perdido cerca de 4 mil vacas y la producción ha disminuido en 150 mil litros diarios?"

Durante un recorrido por el complejo, en el que participó un grupo de legisladores, entre ellos los senadores Heladio Ramírez López y Diódoro Carrasco, los productores sostuvieron que requieren al menos 40 millones de pesos para continuar su proyecto de producción y envase de leche de marca propia, y que Liconsa reconozca que debe incrementar 40 centavos el pago por litro, ya que el costo del maíz se elevó 40 por ciento. Los productores del sector social perdemos, no así los grandes ni los comercializadores, quienes sí han repercutido el incremento de los insumos en el precio del lácteo, ya que en 1998 era de 5.20 pesos por litro y actualmente es de nueve.

"Nos están condenando a la pobreza y el exterminio", agregó Rico Ramos, comisario del consejo de administración del CAIT, por lo que pidió a los legisladores su respaldo para convencer al gobierno federal de la urgencia de establecer un programa nacional para los productores de leche y no sólo impulsar un plan emergente, que "no llega ni a mejoral".

Diódoro Carrasco comentó que el reto no es fácil, ya que mientras los productores demandan un precio más justo, hay preocupación por mantener costos bajos al consumidor, y por otro lado está respaldar a los ganaderos para que no pierdan más rentabilidad y su actividad sea más integral.

"Entendemos sus agobios y urgencias, así como el golpe que a partir del TLCAN han sufrido todos los productores rurales, ya que actualmente sólo 6 por ciento de ellos son ganaderos. Sabemos que si los 6 millones de productores de leche desaparecen, el mercado quedará en manos de monopolios, de grandes empresarios", expresó Ramírez López. Y tras comprometerse a respaldarlos, el ex gobernador de Oaxaca invitó a los ganaderos del CAIT a resistir y continuar trabajando unidos.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.