Usted está aquí: viernes 4 de mayo de 2007 Deportes Conocimos el México profundo, el de la miseria económica: Carsolio

El equipo concretó la inédita experiencia de cruzar el país en parapente

Conocimos el México profundo, el de la miseria económica: Carsolio

Encontramos también una gran riqueza espiritual; la gente nos daba lo poco que tenía, dijo el empresario

Durante la travesía sufrió un accidente y tuvieron dificultades por el clima

PAULA MONACO FELIPE

Ampliar la imagen Acompañaron en la aventura a Carlos Carsolio su esposa Mónica Uranga, Miguel Gutiérrez y José María Zárate Acompañaron en la aventura a Carlos Carsolio su esposa Mónica Uranga, Miguel Gutiérrez y José María Zárate Foto: www.lineadelavida.com

Durante la travesía Línea de la Vida "aterrizamos en comunidades muy remotas y conocimos el México profundo, el de las carencias y la miseria económica, pero también de una gran riqueza espiritual", aseguró el deportista y empresario mexicano Carlos Carsolio, luego de concretar la inédita experiencia de cruzar el país de costa a costa en parapente.

"La gente nos prestaba su burrito sin querer cobrarnos o nos daba su comida, lo poco que tenían", comenta Carsolio, quien concretó la hazaña con su esposa Mónica Uranga (dos veces campeona nacional) y los pilotos Miguel Gutiérrez (siete veces monarca) y José María Zárate (instructor).

"Lo que vimos en México fue más que paisajes fantásticos. Nos impactó la calidez de la gente en el campo", agrega Uranga, quien relata que los lugareños se acercaban siempre dispuestos a brindar ayuda.

"Yo tenía muchos temores por la seguridad. Qué iba a pasar cuando aterrizara siendo una mujer sola en medio de la nada", admite Uranga, y asegura que la experiencia disipó su miedo, porque la gente la trató "de maravilla."

Carsolio, Gutiérrez, Uranga y Zárate cruzaron el territorio nacional de costa a costa en vuelo libre, sin motores y valiéndose únicamente de un parapente que avanza según las corrientes de aire.

El 17 de diciembre de 2006 partieron desde San Juan de Alima, Michoacán, en la costa del Pacífico, y el pasado miércoles aterrizaron en Palma de Sola, Veracruz, junto al océano Atlántico.

Durante los 136 días que duró la Línea de la Vida, los deportistas recorrieron mil 70 kilómetros; atravesaron ocho estados rumbo al nacimiento del sol; surcaron 60 por ciento de cielos inexplorados y marcaron 47 nuevos puntos de despegue en el mapa mexicano de vuelo.

Aunque las condiciones meteorológicas complicaron el avance, volaron por zonas que se pensaban imposibles como el desierto de altura entre Puebla y Tlaxcala y los bordes de Veracruz, famosos por sus fuertes vientos y remolinos de polvo.

"La tensión por los riesgos y la frustración por el mal tiempo se combinaron y nos probaron a todos como equipo humano. Con Moni (Uranga), como pareja, eso nos llevó a límites muy fuertes pero sobrevivimos y mejoramos, la experiencia nos consolidó más", comentó Carsolio.

A dos semanas de finalizar la hazaña, el destacado alpinista sufrió un accidente cerca de Xalapa, Veracruz, donde chocó contra un árbol a 45 kilómetros por hora y se dio varios golpes antes de caer violentamente al piso.

"Tuve mucha suerte y también la experiencia de toda una vida dedicada al deporte de aventura en la naturaleza. Pude reaccionar a tiempo y me lancé a la caída típica. Vas rodando y repartiendo el golpe", explica el responsable de la introducción del parapente en México.

Acabó con un esguince en la rodilla derecha y rotura en el músculo pectoral, pero se negó a cumplir con un reposo de tres semanas, porque "estábamos tan cerca que, pues ni modo, ese accidente no nos iba a detener".

La bitácora de la hazaña de la Línea de la Vida será difundida en dos semanas y tal vez se transforme en un libro, indicaron sus protagonistas, mientras reclamaron por la poca atención de algunos medios de comunicación.

"Somos un país futbolero, conservador, maquilador. No inventamos tecnología y patentamos menos inventos que Singapur. Seguimos la corriente y todo eso es una desgracia, también en el deporte", se lamenta Carsolio.

México "no se atreve a ir más allá de lo establecido y nuestro mensaje a los jóvenes es que se animen a innovar, pero no por moda ni para presumir a la novia, porque una de las grandes satisfacciones del ser humano es la exploración", concluye.

 
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