Entrevista con Héctor Vigliecca, finalista del concurso para diseñar la megabiblioteca
''No creo en una arquitectura pobre para un país pobre''
El design no es un camino de reflexión para ese arte, sostiene el experto uruguayo
Presentó un presupuesto de 61 millones 182 mil dólares y la biblioteca Vasconcelos costó 120 mdd
Ampliar la imagen Vista parcial de la megabiblioteca Vasconcelos, en la propuesta del arquitecto Héctor Vigliecca Foto: Despacho Vigliecca
El arquitecto uruguayo Héctor Vigliecca (Montevideo, 1940), finalista del concurso para diseñar la Biblioteca Vasconcelos, de Buenavista, lamentó que al final de ese proyecto, por ''un desliz frustrante e infeliz", se haya ''oscurecido" el proceso y la actuación de los organizadores.
Radicado en Brasil desde 1975, agrega en entrevista con La Jornada que el espíritu que orientó la estrategia de su propuesta de megabiblioteca ''no fue la de establecer un objeto de design, no creemos que éste sea un camino de reflexión para la arquitectura.
''Nuestra propuesta partió de la premisa de construir la urbe. Por tanto, debía estar constituida por soluciones que adicionaran valores de calificación de los espacios que se articulan con los volúmenes, de manera que la ciudad presuponía la obra, y viceversa.
''La obra propuesta era una estrategia urbana que ampliaba los límites de la intervención de la propia biblioteca al entorno imediato, y donde se consideraba, integralmente, toda la transformación de la estación de trenes, la realización de un centro administrativo, estacionamientos con plazas y un subsuelo urbano, como articulador de todas las circulaciones vehiculares integradas al Metro."
La huella de los gobernantes
Vigliecca añade que el tiempo de realización de su propuesta no hubiera dependido directamente de éste, sino de la tecnología empleada para la construcción y de las condiciones financieras.
''Nuestro proyecto no ofrecía ninguna dificultad que hubiera podido alargar los plazos de obra previamente establecidos", dice.
El arquitecto considera que los 120 millones de dólares que ha costado la Biblioteca Vasconcelos que diseñó Alberto Kalach ''es un buen dinero", y explicó que la propuesta de su despacho ''estaba presupuestada de acuerdo con lo establecido en el programa, que era de 61 millones 182 mil dólares, o sea, aproximadamente mil 250 dólares el metro cuadrado".
Vigliecca ha participado en un sinnúmero de concursos internacionales para edificios públicos. Al respecto, comenta que ''es la regla que los gobernantes deseen edificios magnos para dejar huella de su paso por el gobierno.
''Desde épocas remotas sucede esto; es una condición humana que no tiene nada objetable; la autoestima de un pueblo está asociada a este sentimiento que, insisto, puede ser algo muy sano.
''Lógico que existen límites, establecidos por el buen sentido y la ponderación, la ética y moral de los responsables. Aquí también el arquitecto tiene gran responsabilidad sobre estas decisiones.
''Los edificios públicos, especialmente una biblioteca para un país latinoamericano, no tienen nada de diferente como prerrogativa para cualquier otro inmueble en otra parte del mundo.
''No creo en una arquitectura pobre para un país pobre. Aquélla puede ser magnífica usando materiales y tecnologías apropiadas y disponibles."
Héctor Vigliecca reiteró que la organización del concurso internacional de la megabiblioteca Vasconcelos -hoy cerrada por reparaciones en su estructura e inundada con aguas negras en la parte exterior-, ''fue una fiesta para la arquitectura. Recibimos un tratamiento altamente satisfactorio y los encuentros para la segunda etapa fueron enriquecedores.
''Lamentamos mucho, en el final, un desliz frustrante e infeliz, que oscureció el proceso y la actuación de los organizadores."