Usted está aquí: viernes 4 de mayo de 2007 Mundo Desertores intentan secuestrar en La Habana avión para huir a EU

Muere un militar en la balacera desatada en el aeropuerto capitalino

Desertores intentan secuestrar en La Habana avión para huir a EU

Los dos jóvenes detenidos se habían fugado del servicio militar desde el pasado 29 de abril

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Imagen de los tres jóvenes que desertaron del ejército cubano; dos de ellos pretendieron huir a Estados Unidos Imagen de los tres jóvenes que desertaron del ejército cubano; dos de ellos pretendieron huir a Estados Unidos Foto: Ap

La Habana, 3 de mayo. Un militar murió la madrugada del jueves durante un intento de secuestro de un avión civil, que culminó aquí con la detención de dos desertores del ejército, responsables del ataque, y la liberación de un grupo de rehenes ilesos, informó el Ministerio del Interior (Minint).

El teniente coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) Víctor Ibo Acuña fue ultimado por los asaltantes, cuando intentaba impedir la captura de la nave, que se encontraba estacionada sin tripulantes ni pasajeros en el aeropuerto internacional de La Habana, indicó un comunicado del Minint.

El propósito de los secuestradores era trasladarse a Estados Unidos, señaló la declaración.

El parte oficial omitió detalles, pero vecinos de la zona suroccidental de la capital, donde está la terminal aérea, dijeron haber escuchado un nutrido tiroteo cerca de las cuatro de la mañana.

Los dos detenidos "permanecían en fuga desde el pasado 29 de abril", señaló la declaración. Junto con un tercero, habían desertado del servicio militar, en un episodio en el que resultó muerto el conscripto centinela Yoendris Gutiérrez Hernández, y otro efectivo resultó herido, agregó el informe oficial.

La nota del Minint se abstuvo de identificar a los involucrados y tampoco citó el lugar de la deserción.

Desde el pasado viernes 27 circulaba en La Habana la versión de que los soldados abandonaron sus puestos en una unidad de la localidad de Managua, un pequeño poblado del sureste de la capital.

El fin de semana fue notorio el incremento de la vigilancia policial en la ciudad y de la revisión de documentos de identidad a conductores de autos, transeúntes y pasajeros de autobuses urbanos.

La vigilancia fue más visible en algunas embajadas, en la zona próxima al aeropuerto y en el centro histórico, donde circuló entre la policía y guardias de seguridad un aviso urgente para localizar a Yoan Torres Martínez, de 21 años de edad y a Leandro Cerezo Sirut, de 19, ambos originarios de la provincia oriental de Camagüey.

El aviso de alerta indicaba que Torres y Cerezo eran "sujetos peligrosos con tenencia de armas de fuego" y habían abandonado su puesto de guardia.

El comunicado del Minint de este jueves dijo que los desertores robaron dos fusiles AKM, la pieza reglamentaria de las FAR, "razón por la cual se desplegó un intenso operativo y se adoptaron las medidas dirigidas a evitar nuevas víctimas".

El mismo informe oficial indicó que dos de los conscriptos secuestraron un autobús urbano, tomaron como rehenes a varios pasajeros e irrumpieron con el vehículo en la terminal 1 del aeropuerto, que opera con vuelos nacionales, donde alcanzaron a entrar en la nave.

"La acción efectiva y coordinada de las fuerzas del orden permitió frustrar el propósito de los secuestradores y preservar la vida del resto de los rehenes", añadió el comunicado, sin ofrecer precisiones.

"Las autoridades contaron en todo momento con el más decidido apoyo de la población de la zona, lo que facilitó capturar con anterioridad a otro implicado en los hechos, quien reveló que el propósito era abandonar el país de forma ilegal", agregó la declaración.

El Minint indicó que "la responsabilidad por estos nuevos crímenes" recae en el gobierno de Estados Unidos, al sostener la Ley de Ajuste Cubano, que facilita la residencia a los emigrados de la isla que lleguen por cualquier vía a ese país.

El anterior caso de un secuestro de avión en Cuba ocurrió el 31 de marzo de 2003, cuando un hombre llamado Adelmis Wilson González, amenazando con una falsa granada, se apoderó de una nave Antonov-24, que cumplía un vuelo interior.

El caso culminó sin víctimas y el avión con pasajeros pudo aterrizar en Cayo Hueso. Wilson fue enjuiciado en Estados Unidos por piratería y condenado a 20 años de cárcel.

 
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